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Invisible formación dual

27 de Marzo del 2016 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

La formación dual no puede verse porque no tenemos una estructura formativa razonable que la visualice. Una estructura para la que seguir el proceso de la declaración de Bolonia de 1999 hubiese sido algo natural ya entonces. Además, el borrador del Marco Europeo de Cualificaciones (EQF) sale en 2006, y si la hubiésemos tenido, hubiera sido más fácil admitirlo. Sin embargo, cuando Administración, patronal y sindicatos son consejeros del sistema formativo a través del Consejo General de la Formación Profesional y del Consejo Social de la Universidad, la responsabilidad se reparte. En este país, si hablamos de formar profesionales sólo hablamos de los niveles 1, 2, 3 y 4 del EQF, ya que los niveles 5, 6, 7 y 8 no son profesionales, sino universitarios. Lo coherente sería que, si unos son universitarios, los otros sean no universitarios, pues profesionales son todos. Al Marco Europeo de Cualificaciones EQF ni lo leemos ni lo entendemos, si no sería normal que el nivel 8 (doctorado) se adquiriese trabajando de investigador en una empresa y que, por ejemplo, las empresas se dirigiesen a las universidades a buscar a los que han sacado el máster (nivel 7) para que, en formación, hiciesen alguna investigación para ellas, lo que les permitiría a ellos, los máster, sacar su tesis doctoral. También debería ser frecuente que las empresas buscasen a personas formadas para una ocupación media tras haber adquirido los conocimientos y destrezas en un centro formativo con posgrado ocupacional de nivel 3 del EQF, para que pudiesen ejercerla en la empresa mientras adquieren las plenas competencias de la misma. Más tarde, con la experiencia, llegarían a ser reconocidos como oficiales de primera. En resumen: que la formación dual más importante es la del nivel 7 (máster) y la de nivel 3 (posgrado ocupacional). Y aquí no hay relevo.

Invisible el EQF, no le vemos ni la intención de sus descriptores: que los conocimientos teóricos o fácticos son propios de los contenidos formativos de los niveles 1 y 2 (niveles no universitarios: preparación al CFGM y CFGM) y de los niveles 5 y 6 (niveles universitarios: CFGS (ciclo corto) y Grado (primer ciclo)); que las destrezas cognitivas o prácticas son contenidos formativos que se afianzan en los niveles 3 (del posgrado ocupacional para adquirir una ocupación media) y 7 (máster universitario para adquirir una ocupación superior (2.º ciclo)); que las competencias siempre se adquieren en el puesto de trabajo hasta conseguir la máxima cualificación de ocupación media con el nivel 4 (oficial de primera) o de ocupación superior con el nivel 8 (doctor (3.º ciclo)). Pero que en realidad todos los niveles son de formación dual si se estructuran bien: el aprendiz (nivel 1) alterna en formación hasta obtener el CFGM (nivel 2) y, convertido en auxiliar, pasa a la alternancia con el Posgrado ocupacional de tipo ocupación (nivel 3) hasta que, conseguido, llegue (con el nivel 4) a alternar con la Preparación al CFGS para luego realizar el CFGS (nivel 5), entonces alternará con los posgrados ocupacionales de tipo específico y, en alternancia con los estudios de Grado universitario, podrá obtenerlo (nivel 6); eso le permitirá entrar en la relación universidad-empresa hasta conseguir el máster (nivel 7) y luego el doctorado (nivel 8). La dualidad empresa-formación ha de existir siempre a lo largo de todos los niveles y a todo lo largo de la vida. Es la formación profesional permanente: ¿qué se hizo y dónde está esa estructura? Ya van pasando muchos años desde 1984 o 2006, y la decadencia avanza.

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