¿Qué va mal en el paraíso natural?
Desde las ciudades se habla continuamente de las zonas rurales, casas en los pueblos abandonados, fin de semana en el pueblo, compra de cuadras y cabañas para restaurar.
Los ecologistas, en sus 4 x 4, que consumen 15 litros a los 100, pregonan que los osos, lobos, venados y jabalíes deben vivir en su hábitat natural y que no se los moleste; que no se queme ni una paja; que no se corte una vara o se pise el musgo en peligro de extinción, que no se toque la manzanilla, que es para los caballos. Se alarma al mundo porque un oso está herido y se invierten miles de euros para que «Paca» y «Tola» tengan descendencia. Se construye en Redes un edificio enorme con grandes vigas de hierro para hospitales de animales salvajes. Se edifican en Laviana dos grandes naves para la cría de alevines; no puedo continuar, se me acabaría el papel y tendríamos que cortar más árboles.
Y aquellos que vivimos en los pueblos y que somos los mayores ecologistas, porque esa es nuestra manera natural de vida, nos preguntamos. ¿Quién se preocupa de los niños?, esta especie en extinción de las zonas rurales, de no trasladar esta especie de su hábitat natural, de que tenga un refugio digno donde poder educarse. Se preocupa alguien de las necesidades de supervivencia de este mamífero, escuelas, parques, lugares de ocio y recreo.
Sus depredadores están al acecho; alcohol, drogas, hiperactividad, parada del autobús a las siete de la mañana desde los cuatro años... ¿Será necesario crear la Fundación Niño Rural? La publicidad del Principado dice: «Asturias, a la cabeza de la educación». ¿Incluirá ésta las zonas rurales?
El que hizo dicho eslogan y el que lo pagó no visitaron la escuela de un pueblo situado en el concejo de Laviana llamado Villoria, donde 47 niños se preparan para ser jóvenes en un edificio construido en los años cincuenta, amontonados en aulas que en su día fueron habitaciones o cocina de los maestros de sus abuelos. Los días de lluvia y los días de sol no pueden salir al recreo, la Educación Física no es obligatoria en esos días.
En este pueblo en el que contamos con 47 mamíferos de esta especie en extinción necesitamos ayuda.
SOS, niño rural en peligro de extinción.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo