Llaranes y Avilés lloran a José Carlos Valdés Álvarez
El pasado día 4 de abril despedimos a José Carlos, el voluntario ejemplar. Todos, en su entorno avilesino, saben que José Carlos era la mano del acompañamiento, la mano de la serenidad, la mano pacificadora, la mano del aliento.
José Carlos se fue para todos y todos deberíamos aprender de una vida dedicada a su gente, a su parroquia y a su Avilés.
Por ello, en silencio agradecido, deseo hacerle llegar los sentimientos que, seguro, todos compartimos.
Al atardecer, cuando las ilusiones, en silencio, lloran, tu vida de entrega y solidaridad persistirá en muchos corazones.
Al atardecer, cuando la memoria, enferma de nostalgia, se rompe, tu palabra de esperanza persistirá en muchos corazones.
Al atardecer, cuando el presente dibuja soledad, tu palabra de amistad persistirá en muchos corazones.
¡Gracias por tantos y tantos senderos que con renuncia personal construiste para los demás!
¡Gracias por esos sueños que regalaste envueltos en sonrisas de esperanza!
¡Gracias por todos los amaneceres de ilusión que entregaste!
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