Un país de maravilla
Con o sin Alicia, lo es el nuestro, España, a la cabeza hoy de la Comunidad Económica Europea y su primer socio, con gran pesar de la Merkel, que ve eclipsarse su "mandonería". Y es que el cambio se produjo por fin aquí, pero de manera muy distinta, súbita y asombrosa, y no como en un principio pretendían algunos de acuerdo con sus ideologías. Todo ocurrió un día, cuando Celtiberia se encontraba en su mayor convulsión política, después de las elecciones del 20-D, con pactos, apaños, intrigas y ambicioso manejos de unos y otros para hacerse con el goloso poder. Era toda una melé política, una encarnizada lucha ideológica con Rajoy y el PP en el punto de mira de todos los demás partidos, que querían mandarlos a la oposición. Y en tan crucial momento, fue cuando se produjo el inesperado y asombroso cambio, un verdadero milagro, diríamos más bien.
Ocurrió cuando Pablo Iglesias, sin su enorme coleta y vestido impecablemente, muy "pera" él, dejó a todos perplejos, patidifusos, cuando en una sesión del Congreso anunció: "Señorías, hay que acabar con este mercado de pactos y componendas y a unirnos todos para levantar España. Por lo tanto, mi partido apoya la investidura del señor Rajoy, y nuestra política no será bolivariana, sino española, moderada y constructiva". Fue todo un bombazo, pero con una onda expansiva favorable, porque todos los demás partidos terminaron uniéndose a Podemos para poder conseguir una buena gobernabilidad, en la que todos ellos tenían, o tienen, una idónea representatividad.
El cambio fue total y absoluto, impresionante, y se extendió como un reguero de pólvora por todas partes. Hablando de pólvora, diremos que la extinta ETA, lo que de ella quedaba, entregó al fin sus criminales armas; sus partidos afines, separatistas vascos y, con ellos, también los catalanes, son ahora tan españoles como los del PSOE y PP. La unidad de España es ahora completa. Todos los chorizos, corruptos y ladrones, que teníamos a montones, "veranean" ahora en distintas prisiones. Por ejemplo, el "deshonorable" Pujol, la parienta y sus retoños tienen ahora su paraíso fiscal en una cárcel de Logroño. Las alcaldesas de Barcelona y Madrid, doña Ada y doña Manuela, son ahora de misa diaria, con mantilla a la española, y por la Conferencia Episcopal las dos sienten un cariño especial. En cuanto al pintoresco y exaltado alcalde de Cádiz, es ahora un regidor más manso que una oveya y hasta se quitó el pendiente de la oreya.
Nada, que todo y todos han cambiado hoy en España, hasta ahora hecha una castaña. Como dijera Alfonso Guerra, hoy no la conoce ni la madre que la parió. Todo quisque vive bien y tiene trabajo, por lo que el paro y el Inem se ha ido al carajo. Sí, con Alicia o sin ella, nuestro país es hoy una maravilla, de Norte a Sur, desde Gijón a Sevilla, y todos somos felices y comemos perdices, fabada asturiana y tortilla. En la Comunidad Europea somos un ejemplo y todos los demás países nos envidian, porque a nuestro lado no son más que una colilla...
¡Y entonces desperté! Todo había sido un sueño que nos evadió de la desastrosa y politizada realidad. Como la vida es sueño, al decir de Calderón, seguiremos soñando y de nuevo la evasión.
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