Un nuevo totalitarismo: Arco Iris
Hace unos meses, el expresidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, publicaba un artículo en un diario nacional en el que advertía:
"Nos amenaza una nueva tentación totalitaria: Arco Iris.
En Madrid, en esos días se engalanaba la fachada de la sede de la presidencia en la Puerta del Sol con la bandera arco iris del colectivo autodenominado LGTBI". Y hechos como éste se están reproduciendo por parte de alcaldes de otros municipios de España.
Esto puede parecer meramente festivo y anecdótico, pero refleja algo mucho más preocupante, asegura Blanco: el lento crecimiento del nuevo totalitarismo de género que amenaza libertades básicas en nuestras democracias.
Tras señalar que hechos como éste, es decir, imponer la bandera representativa de un colectivo con una ideología particular, es algo que hasta ahora sólo habíamos visto en los momentos previos a la toma del poder por parte de partidos totalitarios.
Y Blanco recuerda que esto sucedió con la hoz y el martillo de los comunistas y la cruz gamada de los nazis en determinados países y épocas.
Y se pregunta de nuevo Benigno Blanco: ¿son comparables estos fenómenos históricos con lo que sucede hoy con la bandera arco iris de los ideólogos de género y sus organizaciones representativas?
Este hecho no puede hacer olvidar que bajo esa bandera hoy se defiende una ideología muy particular sobre sexualidad, que no tiene ningún derecho a ser privilegiada en una democracia, pues tan legítimo es defenderla como no.
La ideología de género defiende una determinada visión de la sexualidad y, en consecuencia, tiene unas ideas particulares en materia de matrimonio, familia y educación, con opciones con las que se puede estar de acuerdo o no.
Y nos podemos preguntar: ¿qué autoridad tiene un alcalde o presidente de CA para oficializar como bandera institucional la representativa de una particular ideología sobre tema tan susceptible de diversas opiniones como el referente a la sexualidad?
¿Cómo se debe calificar la asunción por una institución democrática de los símbolos de una particular ideología partidista?
Es conveniente reflexionar y debatir para que bajo la insignia de la libertad no se tomen decisiones unilaterales sin el consenso de todos los ciudadanos y de todas las instituciones.
Por favor, entendamos que en democracia no todo vale.
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