A vueltas con la regasificadora
Tras las últimas manifestaciones efectuadas por la Autoridad Portuaria publicadas en la prensa regional, los asturianos ya sabemos a ciencia cierta el porqué de la ampliación de El Musel: la puesta en marcha de una regasificadora que, a su vez, incluirá la construcción de dos plantas de producción eléctrica de ciclo combinado. Ésta es la función principal de la obra. Hablar de la posible captación de tráfico de mercancías variadas, puerto refugio, etcétera es algo muy secundario al objetivo de la ampliación.
No se ha planteado abiertamente si esta obra es necesaria para Asturias, pues si así se hiciera, la respuesta sería claramente negativa. ¿Por qué el Gobierno del Principado quiere hacernos ser una isla de producción eléctrica, cuando ya somos excedentarios? ¿Serían los beneficios superiores (no sirve la excusa de la supuesta creación de empleo, dado que éstos serían mínimos y tampoco estaría garantizado que se cubrieran con los parados de Asturias) a los efectos perjudiciales? Hay muchas cuestiones de las que no se habla. No se señala que lo óptimo es ubicar la producción eléctrica lo más cerca posible de los centros de consumo, dada la considerable cantidad de energía que se pierde cuando estos puntos se hallan muy alejados entre sí. Se oculta el considerable aumento de polución que sobrevendrá en Gijón y Carreño, con sus consiguientes efectos negativos sobre la población. También se oculta deliberadamente que en el supuesto de un escape de gas por accidente, tanto en la regasificadora como de los buques de transporte, la consiguiente explosión dejaría a Gijón reducida a escombros y las víctimas se contarían por miles. Se omite que por ley la instalación de una regasificadora se ha de ubicar a una distancia mínima de dos kilómetros de los núcleos urbanos, y que la de El Musel, a todas luces, incumple la norma.
Se transmite, eso sí, información referida muy someramente al tipo de seguridad requerida para tal instalación y sus buques de transporte, sin especificar nada y con un olvido incomprensible sobre los planes de actuación ante una crisis por escape del gas.
Desconcertante resulta la prisa con que se quiere llevar a cabo una obra innecesaria. Desconcertante, asimismo, el coste, sobrecoste y ausencia de control sobre el dinero público y la negativa a fiscalizarlo por aquellos que gobiernan esta comunidad autónoma.
El mutis de la F.A.V. gijonesa ante la imposición de la regasificadora y su ubicación próxima a Jove, a La Calzada, a los depósitos de combustible de El Musel, y el almacenamiento de gas propano en la Campa Torre, así como la construcción de dos centrales eléctricas de ciclo combinados que dejarán la zona altamente contaminada, dice mucho sobre su validez como representantes de la voz vecinal de Gijón.
Las palabras del presidente del Principado refiriéndose a que ir en contra de la regasificadora es ir en contra de Asturias dicen mucho sobre su capacidad para identificar a Asturias con su persona y sobre su gestión para la captación de empresas que traigan riqueza a la comunidad asturiana.
Quiero reiterar que siendo nuestra región excedentaria en producción eléctrica, no requiere de nuevas plantas y, por lo tanto, la obra de El Musel resulta inaceptable.
Rafael Fco. Ibáñez Tejero
Gijón
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo