Una nueva vida gracias al HUCA
El motivo de esta carta al diario de su digna dirección es el de agradecer la atención prestada por el departamento de neurología del HUCA cuando fui ingresado en ese centro entre los meses de febrero y marzo del presente 2016, aquejado de una dolencia, en el citado servicio.
Por medio de esta carta a LA NUEVA ESPAÑA quiero agradecer la atención dispensada por el personal de neurología, en especial a la doctora Aída García Rúa y en general a todos quienes allí atienden el servicio.
Mi nombre es Heinz Ernst Josef Menda, ciudadano alemán, natural de Köln (Colonia), que resido durante varios meses al año en Oviedo, ciudad de nacimiento de mi esposa, María Gloria López, a quien conocí hace casi 50 años en esa ciudad alemana y con la que me casé posteriormente.
El pasado mes de febrero sufrí un trauma meningítico por el que hube de ingresar en el citado centro sanitario, donde permanecí ingresado a lo largo de tres semanas. Durante ese tiempo tanto los doctores como el equipo en general de ese departamento prestaron hacia mi persona una atención esmerada que yo calificaría de modélica.
Ahora que se critica en algunos medios aspectos del citado centro, he de reseñar la atención dispensada en mi caso por el área de neurología –8.ª planta–. Gracias a su intervención, hoy puedo decir que disfruto de una nueva vida. Por otros motivos fui ingresado en centros sanitarios alemanes y puedo decir que en nada se diferencian a los de este país.
Sirva, por tanto, esta carta para agradecer a través de este medio –LNE–, del que soy lector diario, tanto aquí en Asturias como en Alemania, por medio de internet, para significar el trato dispensado por el personal adscrito a esa área del HUCA.
Por la sangre de mi hijo, Heinz Menda López, corre sangre asturiana, la de mi esposa; por mis venas, otra sangre donada generosamente por otros asturianos cuando hube de percibirla para las transfusiones que fueron necesarias.
España y Asturias en especial deben sentirse orgullosas de contar con profesionales así y centros médicos de este calibre, a los que calificaré de modélicos como en el caso del HUCA, donde la atención ha sido tan generosa con este paciente, algo por lo que estaré siempre agradecido.
Así pude comprobar que este país –tengo doble nacionalidad– cuenta con profesionales de prestigio; los que me han devuelto la vida cuando mi diagnóstico era muy delicado y estos profesionales pusieron a prueba su pericia para salvarme la vida. Gracias a todos.
En la espera de que esta carta enviada al medio de su digna dirección sea publicada en el periódico que un día hice mío para conocer –aquí y allá– cuanto acontece en esta región, le quedo muy agradecido de antemano.
Heinz Josef Menda
Oviedo
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