Carta abierta a Alberto Garzón
Señor Garzón: En vez de querellas, al señor Rajoy debería elogiarlo por hundir al PP, afán fanático de la izquierda. Por no abolir la ley de la Memoria Histórica y, así, seguir de víctimas, cuando, realmente, fuisteis victimarios. Por la generosidad para con los etarras, superior a la del señor Zapatero... Y, sobre todo, por dejar en vuestras manos (prevaricando) el arma más eficaz para agitar las conciencias: un duopolio televisivo sin precedentes en Europa que os apoya con descaro. Sí, señor Garzón, gracias a un Rajoy indolente y al manejo televisivo, usted llegó a ser el político más valorado según el CIS, ¡el líder del Partido Comunista! Partido que, por ejemplo, en Alemania está prohibido.
Exhibir "una querella criminal" contra Rajoy por firmar el acuerdo UE-Turquía sobre refugiados, sabiendo que tiene el aval del Congreso y el pacto europeo, es exagerado. Y... qué es eso de que "estamos viendo comportamientos muy parecidos al fascismo de los años treinta". Usted, señor Garzón, sabe que el fascismo y el nacionalsocialismo nacieron como respuesta a vuestro socialismo internacionalista, que sólo quería pueblos bajo la dictadura del proletariado. Incluso que la Guerra Civil y el franquismo fueron el resultado de unas izquierdas que sólo querían una república roja y, por eso, forzaron la guerra.
Es trágica la situación de los refugiados, sobre todo la de los niños, y, como abuelo, verlos sufrir es penoso, pero al ver tantos mozos robustos huir de la tierra que deberían defender, la pena me torna miedo. Si en los años treinta, la juventud que no quería una España comunista se hubiera ido, el "telón de acero” se hubiese extendido por el Mediterráneo y España sería otra "Yugoslavia de Tito". Por azar, los políticos europeos eligieron el mal menor y España aún existe.
Esa política de puertas abiertas que ejercéis en afinidad con el mundialismo asentado en la ONU, ONG, "lobbies", etcétera, ya está desestabilizando Europa, objetivo último de esta invasión que vuestro buenismo letal sólo ve refugiados. Oriana Fallaci, en su libro "La rabia y el orgullo", avisaba: "(...) ¡despierta, gente, despierta! Intimidados por el miedo de parecer racistas no entendéis que aquí está ocurriendo una Cruzada al revés (...). Destruirán nuestra identidad (...). Tratarlos con indulgencia es un suicidio".
Los progres sois los colaboradores que necesitan los musulmanes para pasar de las amenazas ("destruiremos vuestra sociedad desde el corazón de vuestra sociedad") a los hechos: (terror en París, Bruselas...). En realidad, todos sois comunistas; lo que os distingue es que ellos creen en Alá y vosotros en "na". Y al proteger esa religión diabólica y despreciar la cristiana, estáis propiciando la islamofobia, xenofobia... Pero como nunca pedisteis perdón por los más de cien millones de muertos que causaron los rojos (muchos más que los nazis), no lo vais a hacer ahora. Por muy humano que se ponga, señor Garzón, se percibe que su tejido neuronal es una tela de araña tejida en los años treinta.
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