Respuesta al ínclito Jaime Torner Gracia
El día 15 de este mes aparecía publicada la opinión de Jaime Torner Gracia, en la sección de Gijón, acerca de la inmigración, la delincuencia y nuestro futuro como sociedad, titulado "Una reyerta intolerable". En ella, el autor afirmaba que está más preocupado por quién comete un delito que por el delito en sí (refiriéndose a los clanes de rumanos gitanos y al grave incidente que se produjo en Oviedo recientemente). Que esto, con Franco no pasaba (dicho con otras palabras). Que la solución es endurecer las leyes contra los inmigrantes. Que esos gitanos rumanos van a echar por tierra nuestro turismo. Que la mendicidad se está reduciendo en ciertas ciudades de España, gracias a intervenciones como las que él propone en su artículo. Que la mayoría de la sociedad piensa como él, pero que no nos atrevemos a decirlo. Que no tenemos el derecho a emigrar para buscar una mejor vida. Que España no puede acoger a tanto inmigrante como el que hay y, en todo caso, que sólo debemos aceptar a la inmigración "de calidad". Que los inmigrantes deben anteponer su adaptación a nuestra cultura sobre sus raíces culturales.
Frente a esta visión, la mía es: que no importa quién cometa el delito, sino el que lo sufre. Que debe prevenirse aquel y, en caso de no ser posible, perseguirse y castigarse, independientemente de quien lo cometa. Que Franco y su época están bien donde están y que cualquier nostalgia sobre él y sus acciones es preocupante. Que la solución a los problemas de una sociedad no puede ser crear más leyes y endurecer las ya existentes, sino cumplir y hacer cumplir la vigentes y estudiar su adaptación a las circunstancias actuales. Que la mayoría de la gente de este país a votado a opciones políticas que están bastante alejadas de su visión sobre este asunto, por lo que quiero pensar que su opinión no es mayoritaria. Que, tal vez, usted o los suyos no se han visto en la necesidad de buscarse la vida de manera precaria en otro país, ni en este. Que, tal vez, han salido al extranjero a estudiar o de vacaciones. Que, tal vez por ello, no pueda entender que otras personas reuncien a su tierra, a su gente, a su cultura, por conseguir salir de situaciones que usted no puede ni imaginar en sus peores pesadillas. Que mi cultura, tal vez diferente a la suya, debería ser capaz de convivir con la de los demás y que, estando de acuerdo en que aquellos que vengan a nuestro país deben respetar "nuestra cultura", no deberían renunciar a la suya, siempre que sea compatible con nuestro ordenamiento jurídico. Que España puede acoger a mucho más inmigrante del que tenemos ahora. Es más, que España puede dar mejor acogida a los que ya están y a los que están por venir.
Me avergüenzo de que haya españoles como usted.
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