Amnesias y catadura
Cada temporada trae una nueva moda. Ahora se llevan los estampados pálidos y Panamá. Hasta que lleguen los ocres en evasé y las inversiones en bonos nebulosos, un decir, tenemos para unas tertulias y tal.
Lo que a mí me gustaría apuntar al respecto de la actual cosa son un par de elementos reiterados y a mi juicio significativos. Una es la amnesia generalizada. Casi cada uno de los implicados ha manifestado desconocer su vínculo con dicho paraíso fiscal. No sé, a gente como ustedes o yo se nos suele olvidar un paraguas en el taxi o poner el programa corto en la lavadora. A esta gente se le olvida que son presidentes de una compañía petrolera de la misma manera que se van a dar un paseo y a la vuelta tienen un chalet de tres plantas con un Ferrari en el garaje, cosas que pasan.
Otro elemento, más patrio, y en mi opinión difícilmente extrapolable a otras naciones, ha sido la explicación de ciertos elementos destacados del devenir público nacional. Un conocido presentador, cantante, heredero. Representante con carta de origen del macho alfa ibérico con todas sus consecuencias, ha dado la cara valientemente para aclarar lo obvio: que se abrió las cuentas para pagar menos impuestos. Con un par. Añadir que cualquiera lo haría sólo es posible, permítanme que lo aclare, en España y olé. Me refiero a naciones de esas del entorno occidental.
Otro elemento que ha preferido saltar sin red, aún sin tener demostradas cuentas raras, todo se andará, ha sido la eterna outsider, una señora marquesa, famosa por destapar una de las tramas corruptas más hondas de Hispania, que ya es decir, y por saber rodearse de gente honrada a carta cabal. Una mixtura de sangre azul con peluquería de extrarradio y modales taberneros que habla bien el inglés aunque ha sido en castellano castizo que ha venido a decir que ella no defrauda porque su cargo no lo permite. Y olé.
Se me ocurren media docena de países socios en los que esas declaraciones acabarían para siempre con la carrera pública de la señora y sus vecinos de escalera la retirarían el saludo. A ver si me explico mejor: ¿imaginan que un ministro confesara que si no fuera por su exposición pública iría a los colegios a toquetear a los críos?
Aquí, insisto, todo esto nos parece normal. Y casi con seguridad ese y no otro es el gran problema que tenemos. Chimpún.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo