Amanece, que no es poco
El clima de corrupción galopante ya no es sólo percibido por cuatro iluminados eternamente cabreados, resentidos y aciagos amargados. La desconfianza hacia lo público y representativo formal, de vasos comunicantes con el mundo de los negocios o de los chanchullos, ha calado y permea nuestra mentalidad como pueblo resabiado, de pataleo y berrinche, que da palos de ciego y aúpa a canallas para caer en quevedescos desengaños. El trasvase y confusión entre los intereses privados y la gestión política democrática es una tónica dominante y constitutiva del estado posindustrial de comercio, servicios y nuevas tecnologías, globalizado y de chollos de puertas giratorias. No es de recibo amanecer todos los días con sobresaltos noticieros de tamaña desvergüenza. Nos creemos patriotas y somos patrioteros de pulserita o montería. Es la economía-casino, la cleptocracia y la opacidad, los paraísos fiscales y Suiza, el desdecirse cínico de mentirosos profesionales. Se dice que la democracia es cara, que es un lujo de sociedades avanzadas proclives al pujante desarrollo económico, la igualdad de oportunidades, el pluralismo, la tolerancia y el respeto al individuo libre y los grupos en que se integra. También se afirma que la crítica despiadada y desaforada hacia nuestros legítimos y humanos representantes puede ser signo de posturas extremistas antisistema o claramente poco empáticas con una labor que también es un servicio a los demás, una entrega y dedicación. Lo que es diáfano es que las Españas, con una crisis total de rumbo, territorial y de golfería, cada vez carecen más de mecanismos de cohesión social y de autorrespeto como colectividad prestigiosa y que funcione según un espíritu distante de la mala leche y la hiel racial. Es el "sálvese quien pueda", el falsario moralismo de "manos impolutas", pillados "in fraganti". Un país azotado por la rapiña, pobre en individualismo ético de cariz constructivo-comunitario y repleto de sociópatas hobbesianos, anomia sin fibra moral cívica, saraos de coca y caraduras ubicuos: reflejo cutre de una realidad-show de fútbol, "todo vale", grosería y carencia de ejemplos sociales. Sin jugar a ser quijotes, ¿hay algo más que idolatría al dinero? Al menos, somos punteros en trasplantes y trazado ferroviario de Alta Velocidad. Son numerosos los voluntarios, la gastronomía es buena y hay sol en el Sur. En Asturias somos el paraíso del oso "Yogui", hay sidrina y se abren geriátricos.
José Luis López Tamargo
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo