HUCA, agradecimiento o crítica
En esta vida, es de bien nacidos ser agradecidos. Pero está ocurriendo algo curioso, se ven muchas cartas de agradecimiento por ser atendidos correctamente en los hospitales, cuando por esa circunstancia no se puede caer en la trampa del babosismo empalagoso, gratitud de rebajas. Ya que los empleados sanitarios no pueden comportarse de forma diferente al respeto, dedicación, entrega, sensibilidad y responsabilidad para con los pacientes. Lo contrario es lo que se debe denunciar, el agradecimiento siempre sería en persona, cuando se hace público y generalizando, estamos metiendo a todos en el mismo saco, cuando la realidad es cosa diferente en el momento que existan críticas, más teniendo en cuenta que es más sencillo agradecer, que denunciar.
Algunos por intereses de todo tipo, otros porque quizás en su vida se sienten solos y encuentran en un momento dado cuando acuden al hospital personas que les tratan mejor que en su entorno, sienten que deben agradecer lo que otros interpretamos como responsabilidad profesional a una dedicación a la que nadie les obligó entrar y estar.
Nuestra Sanidad Publica está perdiendo a pasos agigantados humanidad, sensibilidad, calidad, entrega, prestancia y diligencia; para pasar a dominar los protocolos, la desidia, listas de espera, desgana, permisividad y cambiar personas por números. Ya no se dice Pepito Pérez, los profesionales y empleados Sanitarios te diferenciarán por un número, el 301 B. Por tal motivo no pueden señores seguir agradeciendo obligación y responsabilidad, solo si les agasajan con algo más, pueden entonces sí, dar las gracias. Cuando acudimos a comprar unos zapatos, como mucho le damos las gracias a la dependienta allí ín sito, pero no le ponemos una carta al día siguiente en los medios porque nos vendió y le pagamos unos zapatos por muy a gusto que nos encontremos con ellos.
La mayoría de profesionales de nuestra sanidad son excelentes, pero hay que denunciar a los pocos (créanme, los hay) que se comportan mal con las personas más débiles, ya que la enfermedad te deja a merced de cualquier sinvergüenza que quisiera abusar de ti.
Si en estos días que he estado ingresado, denuncie públicamente a dos auxiliares de la planta de cirugía, es, porque así fue su comportamiento (el de estas dos empleadas) para nada estoy generalizando.
Y sigo exigiendo a las autoridades del HUCA, que investiguen, quienes eran: mañana del jueves 7 y mañana del domingo 10 de abril. Deben corregirlas o despedirlas sin más si no cambia su comportamiento. No es por mí, es para que no sufran otros enfermos a estas dos pésimas profesionales.
Quiere decirse que en doce días, de todos, solo dos requieren mi reprobación, el resto cumplieron con su deber. Hay dos profesionales en particular que tienen mención especial por su dedicación y ofrecer mucho más que lo que esperas o debieran: La enfermera Doña Ana Suarez Miranda y el doctor Sabino Riestra, en ambos debieran mirarse el resto de profesionales de nuestra Sanidad.
Quien abusa del débil no merece menos que crítica y denuncia pública. Quien lo hace bien, simplemente decirle que es un gran profesional y como tal, solo desearle que lo siga siendo. Agradecer públicamente el cumplimento de un trabajo, obligación y responsabilidad; es refalfiar sentidos del deber.
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