Defensa de la infancia
Hoy en día es necesario conseguir un mejor futuro para los niños y guardar sus ilusiones y esperanzas en un buen lugar para que, de esta forma, se pueda dar lugar a una sociedad mejor, más solidaria, donde reinen el amor, la paz, la esperanza y el compromiso con el otro.
Es necesario ante todo el conseguir la unidad familiar, para que, de esta forma, los niños estén protegidos de toda clase de violencia y maltrato.
En la sociedad actual es fácil ver a pequeños maltratados de cualquier manera, incluso por sus padres, en las noticias del día a día se puede ver la influencia del mal en sus vidas, incluso por sus familiares más cercanos.
Cuando se leen estas noticias vemos que el sufrimiento y el mal existen y es una realidad. Tengo unos amigos que tienen cuatro hijos, cuánto sacrificio y penurias por sacar su familia adelante, trabajo constante y dedicación continua. Pero ellos son ejemplo, como otras familias numerosas también, de superación, de sacrificio y de constante esfuerzo para conseguir una sociedad más justa y equilibrada, pues el matrimonio es pieza fundamental en la construcción de una sociedad mejor.
En el tema de la infancia, me pregunto: el dolor y el sufrimiento de los más pequeños, ¿es de alguna utilidad?
Ante estas cuestiones, es necesario reflexionar y todos debemos plantearnos preguntas a las que no es difícil encontrar respuestas.
Tiene sentido tanto sufrimiento en los niños... las enfermedades... seres indefensos e inocentes, puros a los ojos de Dios Padre.
Son preguntas difíciles de contestar y a veces interrogantes importantes a los que hay que buscar respuesta.
En mi opinión, humilde y serena, sí, el mal es una realidad a la que hay que poner remedio de forma prudente pero firme.
Los niños maltratados son una realidad y el castigo físico, si bien no se aplica hoy en día, hay padres que lo ejercen sobre sus hijos, lo cual es una realidad y un completo abuso de autoridad.
Todos estamos en el mismo barco, como amigos y conocidos, me acuerdo aquí de Marta, mi amiga del grupo de oración, que, por cierto, usa gafas de tanto trabajar en el ordenador; conozco también a un amigo que está mal de visión, la tiene reducida en un porcentaje importante, ojalá no le vaya a más, pues la vista es fundamental para desenvolverse en la vida, pero, bueno, sale a dar sus paseos diarios sin mayores dificultades. Otro amigo, un matrimonio querido y entrañable, está mal del corazón y va saliendo adelante, con dificultad, pero luchando día a día, un buen amigo de mi padre, que en paz descanse.
Por eso hay que conseguir un mundo mejor para la infancia. Y tener fe y esperanza en el futuro.
Alberto Escobedo
Oviedo
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