¿Necesitamos una radio municipal en Pravia?
Esta es la pregunta que algunos pravianos nos hacemos cuando vamos camino de cumplirse un año del cierre de la emisora municipal praviana. Recordemos que el cierre se produjo por orden del anterior alcalde, el socialista Antonio de Luis Solar, quien destituyó fulminantemente a su director, Marino Rionda, por haberse extralimitado éste en sus funciones como hombre de su "confianza" y haber permitido que algunos ciudadanos hiciesen uso de su libertad de expresión a través de las ondas de la emisora y debatiesen sobre el famoso caso de los parquímetros, un escabroso tema de presunta corrupción que llevó a la dimisión del señor Solar como alcalde de Pravia.
Hecha esta breve introducción, y sin pretender analizar en profundidad cómo sigue el discurrir en los tribunales de este polémico asunto, sí me gustaría hacer algunas reflexiones sobre la conveniencia o no de que la emisora Radio Pravia se volviese a abrir bajo la tutela del Consistorio.
Primero, si echamos una mirada hacia los concejos limítrofes comprobamos que la mayoría no cuenta con emisora municipal, y es que la pregunta que se nos ocurre formular es ésta: ¿una emisora de radio municipal para qué sirve? Así, a simple vista, podía parecer que uno estuviera en contra de este servicio público de libertad de expresión al servicio de los ciudadanos, sin embargo nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que uno pone en duda, dadas las circunstancias que han llevado al cierre de la emisora praviana, a que en el futuro no volvieran a repetirse los mismos vicios que la han llevado a su desaparición.
Todos sabemos que los medios de comunicación, todos en general, prensa escrita, radio, TV, prensa digital, están siendo más cuestionados que nunca en cuanto a objetividad, imparcialidad y veracidad.
Por lo tanto, suponer que una emisora de radio municipal, financiada con dineros de todos los ciudadanos, va a aceptar esas reglas de juego parece misión imposible. Ningún político, aunque sea de una simple villa, va a consentir que se le haga crítica a su gestión, aunque la crítica sea merecida, pues eso se traduce en pérdida de votos.
Por otra parte, tenemos la persona o personas que tendrían que asumir las responsabilidades de la emisora: ¿se les volvería a contratar como personas de confianza del Alcalde?, ¿o serían profesionales libres, dispuestos a trabajar por los principios de todo buen periodista, como es la libertad de expresión, caiga quien caiga? Por último, no debemos olvidar que el perro nunca suele morder la mano del amo que le da de comer.
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