Al alcalde de Salas, presidente de la denominada "Comarca Vaqueira"

El actual alcalde de Salas deja de lado todas las cuestiones de fondo, todas las cuestiones sustantivas, que fueron expuestas en siete puntos en el escrito que firmo junto con Miguel Garrido y que expuse oralmente de forma parcial en un pleno del llamado Congreso de Tineo y que entregué al gerente David Martínez en la mesa del «congreso» y en presencia de todos los asistentes.

El actual alcalde de Salas se desvía a detalles laterales y secundarios. Se muestra muy preocupado por el «timing» (me recuerda a las persecuciones de la Policía política de aquellos años) y la forma, como si estuviéramos ante un congreso constituyente de los vaqueiros. Y no es así, de ninguna manera. Ese congreso no legitima a nadie. No reúne condiciones mínimas de procedimiento para tal objetivo. Muestra también, el actual alcalde de Salas, una gran preocupación por la Ciencia, la Etnografía, la Antropología, la Historia … y los vaqueiros. ¿Cómo podrá haber dirigido la Comarca Vaqueira durante más de más de seis años huérfano de Ciencia, de Etnografía, de Antropología, de Historia … y de vaqueiros? ¿Por qué no organizó un congreso de científicos, de investigadores, de expertos, de estudiosos hace más de seis años, cuando creó la llamada Comarca Vaqueira y antes de comenzar sus acciones? Por qué en uno de sus muchísimos viajes, rodeado de séquito y de edecanes (todos xaldos) le dirían: « ¿Dónde están los vaqueiros, no veo ninguno? Si a los gitanos fuese un grupo de payos representándolos iba a haber problemas».

Yo asistí a ese congreso para escuchar a dos personas especialmente cualificadas en el tema. El primer día, para escuchar a Adolfo García Martínez, antropólogo. Y el último día a Jesús Suárez López, investigador del Museo Etnográfico Pueblo de Asturias y experto en tradición oral. Otras intervenciones me parecieron menores o de escaso interés. Y por supuesto, obvié la inauguración, la clausura, así como las sesiones de pinchos. Por cierto, cuando estaba hablando Adolfo García el alcalde de Salas estaba visitando el spa del hotel y en la conferencia de Jesús Suárez ni apareció.

Al final de la brillante exposición de Jesús Suárez, éste hizo dos propuestas: presentar a la UNESCO la tradición oral vaqueira como candidata a ser patrimonio inmaterial de la humanidad (idea que apoyo totalmente) y la creación de un centro de investigación sobre la cultura vaqueira. Es precisamente a continuación que intervine. Dije que los vaqueiros carecemos de territorio y no lo reivindicamos, que ese centro de investigación debería ser un museo, que debería tener carácter de lo que se conoce como ecomuseo, con muestras materiales en las propias brañas y que eso exige algo complejo de construir como es un consejo de cultura vaqueira. A continuación tomó la palabra el gerente de la llamada Comarca Vaqueira, quien mostrando un desacostumbrado tono de apertura, dijo que le había atraído la idea de un Consejo de Cultura Vaqueira y que en cuanto al territorio de la Comarca Vaqueira estaba abierto a otros concejos que lo desearan. En este momento, ya próximo al final, rogué un brevísimo tiempo al gerente de la Comarca Vaqueira, quien me lo concedió amablemente, y fue entonces cuando dije que mis opiniones eran las de la Asociación Junta Vaqueira «Pico de Aguión» – en constitución – y coincidentes en gran parte con los de la Asociación Cultural Vaqueira «La Brañina»; que proponíamos, además del museo y del Consejo de Cultura Vaqueira, ya mencionados, un Foro de asociaciones vaqueiras y un encuentro mundial de vaqueiros. Y para no consumir tiempo al Pleno, digo que entrego y procedo a entregar en la mesa delante de todos los asistentes el escrito que recoge los siete puntos y que fue reproducido íntegramente por LA NUEVA ESPAÑA.

El Alcalde de Salas debe responder a esos siete puntos, que es lo sustantivo y, de manera muy especial, al sexto punto, cuyo contenido reproduzco aquí:

«La Comarca Vaqueira. En primer lugar, urge precisar, de forma subrayada, que los vaqueiros carecemos de territorio, nunca lo tuvimos y nunca lo reivindicamos. Las brañas y las rutas de trashumancia son espacios intersticiales dentro de la misma región (hoy comunidad autónoma de Asturias).

En segundo lugar, las brañas vaqueiras, altas y bajas, se extienden por muchos concejos asturianos. Además de las más conocidas o de conocimiento más divulgado actualmente y situadas en los concejos del occidente medio asturiano, desde la cordillera hasta la costa (Somiedo, Belmonte, Cudillero, Pravia, Salas, Tineo, Cangas del Narcea, Allande, Valdés, Navia ….), hay quien defiende con fundamento la existencia de vaqueiros de alzada en los concejos centrales de la región (Oviedo, Llanera…).

En tercer lugar, mediante el uso, carente de todo rigor y al margen de cualquier intento de legitimidad, de la marca vaqueira, algunos gobiernos municipales obtienen cuantiosos recursos financieros del común, con los que formalmente dicen querer fomentar el turismos en esos municipios. El hecho es que en las brañas se instalan parques eólicos, líneas de evacuación y subestaciones eléctricas, actividades que contribuyen a la degradación de esos entornos naturales y culturales, al tiempo que actúan como factores de repulsión de otras actividades económicas, estas sí, con capacidad de creación de rentas y empleos sostenidos en el medio plazo. Y se autorizan sin la información previa necesaria, sin ningún debate previo.

En cuarto lugar, no se informa públicamente del dinero obtenido por los intermediarios de estas operaciones y cuál ha sido y está siendo su aplicación». (Fin de la cita)

El congreso en cuestión tuvo dos aspectos positivos. En primer lugar, las intervenciones de Adolfo García y de Jesús Suárez. Y en segundo lugar una apertura mayor que la habitual, puesto que no se denegó la inscripción ni la entrada a ninguna persona, lo cual rompe el rígido criterio «top down», de arriba hacia abajo, que viene aplicando el alcalde de Salas (a modo de ejemplo, no invita a las asociaciones a participar en eventos en cuyo contenido están implicadas y que por su naturaleza debieran ser abiertos). No obstante un auténtico congreso sobre los vaqueiros debiera ser convocado y publicitado de manera adecuada con varios meses de antelación (no con solo 12 días como reconoce el propio Alcalde) y sus organizadores debería efectuar invitación abierta a presentar comunicaciones a todos los estudiosos del tema y a los propios vaqueiros. Debería tener un consejo científico que seleccionase esas comunicaciones y asesorase a los organizadores.

Finalmente, nuestra asociación está compuesta actualmente por 20 miembros del concejo de Salas, que han firmado los siete puntos a los que solicitamos respuesta.