Fusilados en Mieres
El 16 de abril de 2013 un articulo publicado por LA NUEVA ESPAÑA en la sección de Cuencas bajo el titulo "Ha llegado España", de la que es autor Ernesto Burgos, relata un hecho histórico producido en Mieres en octubre de 1937. El artículo describe el fusilamiento de cuatro asturianos en el cementerio de Mieres.
El artículo, al margen de las valoraciones respecto a los motivos que produjeron hechos tan lamentables y arbitrarios, contiene un error en el nombre de uno de los fusilados, por lo que se reproduce un párrafo literal del mismo.
"Aquí están para que no se pierda su memoria, como ha ocurrido con la de sus asesinos: Manuel Álvarez San Juan, nacido en Riosa, pero vecino de Santullano, hijo de Cándido y María y que contaba en aquel momento 28 años. Luciano Fernández Agudín, de Mieres, de 33 años, hijo de Manuel y María. Manuel Segura Montoya, de Mijas, residente en Santa Cruz, de 45 años, hijo de Manuel y María, y Francisco Álvarez Fernández, hijo de Ignacio y Sara, ovetense, pero también habitante de Mieres, de 30 años".
Los datos relacionados con el ciudadano mierense fusilado Luciano Fernández Agudín son correctos, excepto el nombre, que es Alfredo Fernández Agudín.
Alfredo Fernández Agudín era hijo de Manuel Fernández Guerra, hermano de mi abuelo Antonio Fernández Guerra, muerto en la explosión de grisú que se produjo en mina Baltasara en 1923, en la que resultaron muertos 13 mineros.
Los dos hermanos Fernández Guerra procedían del concejo de Ibias.
Manuel Fernández Guerra, el día de los fusilamientos en el cementerio de Mieres, tuvo la entereza de acompañar a su hijo en el trayecto que la comitiva realizó desde el convento convertido en cárcel al cementerio, en La Belonga, proporcionándole tragos de coñac hasta donde le permitieron acompañarle, en la misma puerta del cementerio. Allí se despidieron y cuando caminaba en dirección a Mieres, sintió las descargas de los fusiles.
El conocimiento que tengo de esta historia es oral, a través de la familia, y lo deseable sería cotejarla con documentos para tener una aproximación a la realidad... Pero fueron fusilamientos que no se hubieran producido en un Estado de derecho, porque no había más delito imputable que luchar por las libertades.
Quizá por eso a veces aterra pensar cómo se desarrolló y se cuenta nuestra historia.
En Mieres vivimos en la actualidad familiares directos de Alfredo Fernández Agudín, sobrinas y primos en distintos grados, que esperamos tengan a bien la publicación de esta carta sin otro ánimo que dejar constancia de que nuestro familiar fusilado se llamaba Alfredo, contribuyendo a que, poco a poco, se conozca mejor y con más rigor nuestra historia.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo