¿Era necesario, señor alcalde de Oviedo?
El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, del PSOE, ha presentado un texto de tres folios para su visto bueno por el tripartito al que él pertenece, para impulsar el laicismo en la ciudad de Oviedo, considerando necesaria la creación de un observatorio con el fin de retirar todos los símbolos religiosos. Según expresa, parten del PSOE de Madrid.
Se olvida el señor alcalde o quizá lo ignora, así como el PSOE de Madrid, que la religión está unida a la cultura desde tiempos inmemorables y ha dejado huellas imborrables y valiosas, indestructibles. Tanto, que más le merece olvidarse del tema porque su propósito resulta irrealizable.
¿Acaso pretende el señor alcalde quitar la cruz de la bandera de Asturias? ¿O destruir el Sagrado Corazón del monte Naranco? ¿O acaso pretende destruir las tumbas funerarias cuyos símbolos religiosos cristianos las adornan? ¿Queda desprestigiado ante sus ojos Salvador Dalí, Velázquez, Goya, Alonso Cano, Rodrigo de Ceballos o incluso Leonardo Da Vinci o Rafael por sus pinturas cristianas? ¿Prohibirá a los ciudadanos de Oviedo escuchar las obras musicales cristianas de Vivaldi o de Händel? ¿Destruirá esculturas, mosaicos, imaginería, obras literarias por su expresión cristiana? ¿Nos arrancará del cuello a los ciudadanos ovetenses católicos los crucifijos que llevamos puestos?
Quizás en su empeño por empezar a hacer algo le ha venido esa idea sin pararse a pensar que le es imposible llevarla a efecto, a no ser que destruya esta civilización con todo lo que encierra, derivado de sus raíces cristianas.
LA NUEVA ESPAÑA de ayer, jueves, publica en su página 4 que Somos se desmarca del PSOE. Que la retirada de símbolos religiosos no está entre las líneas estratégicas del gobierno. Esperemos que con el tiempo sean todos capaces de valorar lo absurdo e irrealizable del plan del Alcalde.
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