Nuevo chiringuito
Leo en su periódico que el Ayuntamiento de Oviedo ha decidido crear un observatorio municipal de laicidad, con la intención de hacer desaparecer todos los motivos religiosos de la ciudad. Qué quiere que le diga, a mí esto me suena a nuevo chiringuito para colocar a familiares, amigos... que la vida está muy achuchada y todos sabemos lo difícil que se ha puesto esto de encontrar trabajo.
¿Será que no hay nada más urgente o necesario a lo que dedicar el dinero en esta ciudad? Así y sin pensarlo mucho, se me ocurren varias cosas: la natalidad ha descendido ostensiblemente, con todo lo que eso lleva consigo: no sólo que a ver quién paga en un futuro las pensiones, sino que si hay menos niños, nos sobran plazas de colegios, entonces sobran profesores, personal no docente, sin contar que los niños gastan en ropa, calzado, ocio... y esto se nota en la economía de la ciudad. ¿Cuándo un observatorio para potenciar la natalidad? También se puede gastar en adecentar las incontables paredes pintadas por grafiteros aficionados, terminar con las ratas, cuidar los caminos de la periferia del municipio, acompañar y ayudar a las personas mayores que viven solas, potenciar actividades y congresos de todo tipo e ideología que favorezcan el turismo y, por tanto, la actividad económica... y todo esto se me ocurre sin pensar mucho.
Luego vendrán diciendo que por culpa de los recortes del Gobierno tienen que reducir las inversiones en materia de política social, becas, etcétera, cuando lo que pasa es que los euros que tienen se los gastan en donde no deben y, encima, nos toman por tontos y pretenden hacernos creer que lo hacen por beneficio de la ciudad.
Señores del Ayuntamiento de Oviedo: déjense de gilipolleces (sin perdón) y dedíquense a gestionar esta ciudad, que ha pasado de ser admirada a dar pena y, lo que es peor, dar risa.
Lo de la libertad de ideas, religión y personas, vamos a dejarlo para otro rato, ya que hay que dárselo muy masticado y aun así no lo entienden.
M.ª Teresa Lozano Escario
Oviedo
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