Mejor estar callados
A Pedro de Silva: sobre sus exhumaciones del día 20 de octubre de 2009. Termina usted diciendo que la tumba de Lorca señala el epicentro. Yo creo que el epicentro de aquella triste, dolorosa y dramática época lo marcan muchas más tumbas. Por ejemplo, la de don José Calvo Sotelo, la de José Antonio Primo de Rivera, la de su paisano y colega don Melquíades Álvarez, catedrático, y político liberal; la de Manolín Greciet, joven felguerino estudiante de Medicina que le mataron en Oviedo poniéndole un cartucho de dinamita en la boca, y las de miles de víctimas de religiosos, religiosas y seglares inocentes, que fueron atormentados y hasta descuartizados. También hubo otros Queipo de Llano y otros García Lorca, de distintos colores, señor De Silva.
Creo que lo mejor que podíamos hacer los viejos era estar en nuestras casas, o donde sea, pero calladitos disfrutando del tiempo añadido que nos quede dando, por ello, gracias a Dios y, sobre todo, no dedicarnos a lanzar dardos envenenados para evitar en lo posible una nueva conflagración; no fomentándola, como usted hace.
¡Cállese!..., Don Pedro, por favor.
José L. Velasco Coto
Gijón
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