De cuervos y escaleras en Pravia
Decía mi difunta madre que soñar es gratis, que no costaba nada, y tenía razón. Sirva este pequeño razonamiento para meternos en materia sobre dos cuestiones que hoy pretendemos analizar, sin ánimo de entrar en polémica con nadie. Verán, existen en esta villa de Pravia algunos ciudadanos que, tal vez sin darse cuenta y movidos sólo por su afán de protagonismo, lanzan propuestas, ideas, ocurrencias curiosas cuyo único objetivo es el de salir en los medios de comunicación, tener su minuto de gloria.
Pondremos dos ejemplos; en enero del pasado año el movimiento vecinal "Pravia al Dedillo", a través de su principal portavoz, una joven diseñadora emigrada fuera de Pravia hace años, convocaba a todos los medios de comunicación regionales, prensa, radio y TV, para anunciar la gran noticia de aquel frío día del mes de enero: "Pravia tendrá las escaleras más bonitas del mundo", declaraba radiante de felicidad ante las cámaras de la TPA. El proyecto consistía en rehabilitar las viejas y destrozadas escaleras que dan acceso a la villa desde la estación de Feve y se proponía para su financiación una fórmula curiosa y novedosa: que los 53 escalones fueran adoptados, cual pobres niños hambrientos, por los ciudadanos a un módico precio; a cambio de ese sacrificio económico, el padrino del peldaño vería grabado su nombre en el mismo, para que de esa forma quedara constancia para la posteridad de su altruista ayuda a tan noble causa. Ni qué decir tiene que la idea era estupenda, si todos en Pravia fuéramos ricos, lo que pasa es que tristemente la realidad es bien distinta, para ello sólo nos basta con darnos una vuelta por la villa y comprobar el estado de abandono y de ruina que presentan innumerables edificios; asimismo, el declive económico lo visualizamos diariamente en el cierre de emblemáticos negocios que han tenido que bajar la persiana ante la crisis. Hoy, año y medio después de tan llamativa propuesta, los 53 peldaños de la que iba a ser la escalera más bonita del mundo, sigue muerta de asco y de pena esperando esos 53 padrinos ricos que estén dispuestos a gastarse sus cuartos en ella.
La segunda de las ideas que la gente de "Pravia al Dedillo" ha tenido ha sido la de inventarse una fiesta, la fiesta del cuervo, lógica sí la tiene, pues no olvidemos que el escudo del concejo praviano está compuesto por seis cuervos, de ahí lo de la villa de los seis cuervos. Pero a lo que íbamos, la celebración de la fiesta del cuervo, ¿en qué consiste?, pues muy sencillo, los pravianos que quieran participar de la festividad sólo tienen que cumplir dos requisitos: disfrazarse de cuervos, es decir, una especie de "Rockefeller", como el famoso muñeco de José Luis Moreno, y de esa guisa realizar una gira de copeo por todas las terrazas de la villa, pues de lo que se trata es de consumir en los bares para así "dar vida a la villa". Además, para que se visualice que Pravia está viva, durante la fiesta se adornan las calles, balcones y escaparates con banderolas de riguroso negro, con lo cual tal parece que en vez de estar de folixia festiva, estuviéramos de funerales.
Esta curiosa fiesta del cuervo, salvando las distancias, nos recuerda mucho aquellos bailes de los años cincuenta en el famoso Círculo praviano, donde los caballeros tenían que asistir obligatoriamente vestidos de rigurosa etiqueta, al igual que las señoras.
Nos parece estupendo que alguien se preocupe por sacar a la villa de la decadencia en la que se encuentra sumida, pero, dicho esto, lo que no nos parece bueno es hacerlo con ocurrencias tan poco serias como estos dos ejemplos que hoy les hemos relatado...
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