¿Para dónde miran?, ¿qué ven?
Al leer LA NUEVA ESPAÑA del lunes 2 de mayo, uno se encuentra con dos noticias que le llaman especialmente la atención.
Resulta que mientras que, de una parte, se resaltan los discursos de los líderes sindicales el día de la Fiesta del Trabajo o Primero de Mayo, diciendo más o menos que para acabar con la crisis y crear empleo lo que hay que hacer es desalojar a la derecha del poder y dejarse de políticas de recortes y volver cuanto antes a gastar lo que no tenemos, de otra, el mismo periódico de ese día publicaba un estudio encargado por el Ayuntamiento de Gijón a una firma de consultores de gestión pública que desvela lo que más o menos algunos podíamos suponer, y no es otra cosa que uno no sabe si hay suficiente personal contratado para trabajar en puestos de verdadera necesidad para cumplir con el buen funcionamiento de la Corporación local, a favor de que todo funcione como una perfecta máquina con prontitud y exactitud a favor del bien de la ciudadanía, que, a fin de cuentas, somos quienes pagamos con nuestros impuestos y tasas todo cuanto allí se guisa, necesario o no.
Según el estudio en cuestión, hay 226 puestos de trabajo diferentes y jefes sin nadie a su cargo; curioso, ¿verdad? Se supone que si tienes el cargo de jefe, es para mandar o dirigir a un grupo de empleados con funciones específicas, no para figurar en nómina y cobrar, además cobrar se da por entendido que con nivel de jefe, no de peón.
¿Cómo podemos pretender que este país funcione? Si esto mismo de nuestro Ayuntamiento lo llevamos al ámbito nacional, ¿qué no habrá en todo el país? Aquí gobierna la derecha, o centroderecha (uno ya no sabe quién es quién), justo la que los sindicatos dicen que hay que desalojar del poder para que todo funcione. Pero lo paradójico en este caso –según mi opinión– es que precisamente haya sido esta Corporación actual de derechas la que se ha molestado en encargar ese informe que nos desvela cómo están de mal las cosas. Yo pregunto, este desmadre organizativo ¿nació ayer o viene de viejos tiempos? ¡Estamos perdidos! Da igual movilizar al personal, subirse a la tarima y soltar sonantes y demagógicos discursos, que no. No tengo pruebas y, por tanto, nada puedo afirmar, pero me quedo con la duda de si más de uno y de dos, de esos que a todas luces se ve que están comiendo la sopa boba con nivel de jefe, según este estudio, posiblemente hayan llegado a tan altos puestos con el apoyo de quienes sacan pecho en sus discursos presumiendo de ser nuestros defensores. ¿Para dónde miran?, ¿qué ven?
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