Los "deportivos", hartos de ataques sin sentido

Hace unos días se quejaba en LA NUEVA ESPAÑA el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Luanco porque algunos marineros se consideran perjudicados pues en la última regulación pesquera del caladero de Peñas no les habían concedido un coto privado, tal y como ellos habían solicitado, y se permitía en ese caladero la pesca recreativa.

Los pescadores deportivos estamos acostumbrados a ataques sin sentido por parte de algunos profesionales, pero aquí se llega al esperpento y al absurdo.

Para que nos entendamos, el caladero de Peñas, rico en lubina, sin ningún conflicto fue pescado durante decenios por profesionales y deportivos, cada uno cumpliendo sus normas, de la forma más artesanal posible. Más de veinte pequeñas embarcaciones profesionales pescaban con una simple línea sostenida con la mano o una caña, gracias al respeto que había entre profesionales, que durante el invierno solamente pescaban de esa forma. Pero un día ese respeto desapareció, algunas lanchas empezaron a usar redes, otros detrás con palangres, comenzaron las matanzas masivas de lubina, muchas veces podrida y picada por la pulga y, con esas artes, el caladero fue ocupado por dos o tres embarcaciones, desplazando a toda la flota, que pescaba de forma tan artesanal y respetuosa con la lubina.

Finalmente, este año el Ministerio (puesto que este caladero está fuera de aguas interiores y, por tanto, depende de Madrid) ha regulado la pesca profesional, prohibiendo todo tipo de aparejos excepto la tradicional pesca con línea a mano.

Después de mucho tiempo, se ha recuperado la antigua forma de pescar, aunque como la flota pesquera ha menguado, solamente queda media docena de pequeñas embarcaciones y botes que se dedican a ello. Aunque lo realmente importante es que esas pocas embarcaciones profesionales que han vuelto a pescar con línea de mano este invierno han pescado muy bien, con mareas diarias de 150 y 200 kilos diarios cada embarcación en algunas semanas. Hay vídeos en Youtube con esas mareas.

Por no hablar de la campanada de 20.000 kilos de lubina pescados en dos días por dos barcos de cerco de Avilés, allá por noviembre del año pasado.

Los "deportivos", como nos llaman, estamos ya un poquito hartos de recibir ataques sin sentido por parte de diversos sectores y entidades. Salimos a pescar pocos días al año, nuestro cupo es de 5 kilos por pescador y día. Y nosotros respetamos los cupos y tallas.

Sin embargo, cada día intentan restringir nuestros derechos, tenemos limitado el pulpo a dos ejemplares/día de más de 1 kilogramo, aunque este año se ha incrementado a tres algunos meses de verano. Esta cantidad puede parecer suficiente si el pedreru estuviera floreciente de pulpos, pero la realidad es que no es así y como se pescan a pie, teniendo que coincidir buenas bajamares con buen estado de la mar, conseguir dos o tres ejemplares es una auténtica fortuna que no suele conseguirse ni una vez al año. La realidad más bien dice que los, contados, pescadores deportivos de pulpo en el pedreru consiguen 4/5 piezas por año.

Con la xarda pasa algo parecido, en un breve espacio de tiempo la flota profesional termina sus cupos, quejándose de que la mar continúa llena de pescado y, curiosamente, se cierra la pesca de esta especie para nosotros. Sin embargo, para los profesionales sigue habiendo cupos mensuales para capturas ocasionales. ¿Pueden explicarnos cuántos días tendríamos que hacernos a la mar la totalidad de embarcaciones deportivas del Principado para llegar a ser un problema en las capturas de esta especie? La respuesta es sencilla. Los "deportivos" no somos ningún problema.

El año pasado, ya leímos quejas acerca de la pesca del calamar. ¿También les estorbamos?, ¿con nuestras cañas?, ¿con nuestros pajaritos? Si profesionalmente se pescan durante toda la noche, con grupos electrógenos iluminando la mar para atraerlos y pescarlos masivamente, como en una pesca industrial, pues no se podrá decir que somos nosotros, los que salimos cuatro días a la mar y con un cupo de 5 kilo, los responsables de todo.

El problema es la sobreexplotación de los caladeros, las técnicas de pesca poco selectivas, los descartes y los abusos, tanto de algunos profesionales como también de algunos mal llamados deportivos, que quieren hacer negocio con lo que para el resto es afición y deporte, que hemos practicado desde niños.

Le pediríamos al patrón mayor de Luanco que no cree conflictos donde nunca los hubo, que deje de buscar culpables donde nos los hay, que respetemos todos los cupos y vedas, y que trabajemos en conjunto para que cada día la "salud" de nuestra mar mejore. ¿No les parece?, igual ganábamos todos.

Desde nuestro club, Pescadores Deportivos del Principado, fomentamos la pesca como deporte. Entre nuestros socios son muchos los que practican la pesca sin muerte en aguas continentales y los pescadores de las distintas modalidades de agua salada respetan los cupos y las tallas mínimas.

¿Sabían ustedes que en los campeonatos de pesca de las modalidades salmónidos mosca, salmónidos lance, corcheo mar, mar costa y pesca desde roca ya llevamos años practicando la pesca sin muerte? ¿Y que en los campeonatos, en los que no podemos realizar la captura y suelta de los ejemplares, donamos las capturas a entidades benéficas?

Entendemos que para ustedes es un método de vida, pero entiendan ustedes también que para nosotros es un estilo de vida. Donde aprendemos a disfrutar del entorno y a respetar a la naturaleza. Cuenten con nosotros como aliados, nunca como enemigos.

José Raúl Soria García, presidente del Club Pescadores Deportivos del Principado, Gijón