El bable
Últimamente llevo leyendo en este diario que los gobernantes de la taifa asturiana y sus socios de gobierno quieren implantar el bable batasuno, esa forma de hablar como hablaban los asturianos de hace por lo menos dos siglos, o más, por algunas zonas de Asturias. Esto demuestra, una vez más, que sobran más de la mitad de los políticos autonómicos y municipales y que recaudan tanto en impuestos que no saben lo que hacer con tanto dinero, porque, como se demuestra con estas mamonadas, muchos de ellos no tienen nada que hacer y se dedican a enchufar a amiguetes con buenos sueldos a costa de la sufrida ciudadanía, o sea, a costa de parados, pensionistas, pequeños autónomos, etcétera. Aquí, en esta región, se quiere cometer la misma estupidez que cometieron nuestros vecinos los gallegos, que se gastaron cientos de miles de euros para que la ciudadanía gallega utilizase el gallego-portugués en su vida, para que los amiguetes-trincasueldos de esta taifa tuviesen también la mamandurria asegurada, las subvenciones y todas esas prebendas que se montan con el lenguaje; la cuestión es que, después de semejante despilfarro de tiempo y dinero, las nuevas generaciones de jóvenes gallegos se encuentran con la misma dificultad que se encontraron sus abuelos, tienen que emigrar a trabajar a Alemania sin apenas hablar español y mucho menos sin hablar el alemán, mira qué bien. No es esto lo que reclaman los asturianos a sus gobernantes, lo que pedimos es frenar la escalada de la subida de impuestos, como el robo del impuesto de sucesiones, el IBI, el agua, el recibo de la luz, etcétera, frenar el enorme déficit público, que es una vergüenza, frenar la sangría de empresas y trabajadores que se van de esta región porque no aguantan más y, sobre todo, debido a que cada año somos menos los que vivimos en Asturias, se debería recortar el gasto en las administraciones. Menos políticos, menos funcionarios y menos burócratas, ya no necesitamos tanta Administración. Tenemos el peor sistema educativo de la UE; desde Ramón y Cajal no ha habido un premio Nobel en España a pesar de lo que se ha gastado en educación en este país. Alguien piensa que los grandes hombre como los estadounidenses Bill Gates, Steve Job o Mark Zuckerberg perdían el tiempo estudiando el lenguaje sioux, comanche, apache, etcétera. Pues no, empleaban su tiempo en cosas más importantes.
Yo soy asturiano, sé hablar, leer y escribir el bable de Occidente, o sea, el gallego, que se parece tanto al bable batasuno como el chino al euskera, así que cuando se implante el bable esta región va a ser la Torre de Babel. De todas maneras, si a toda esa gente que reclama la implantación del bable les dijesen que sí, que está bien, pero todos los gastos que ocasiona eso los tienen que pagar ellos de sus bolsillos, quién los vería gritar ¡Viva el idioma de Cervantes! Ye lo que hay.
Enrique Díaz López
La Caridad
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