Las nuevas dictaduras
Por lo que estamos viendo parece que nos estamos olvidando muy pronto de lo que ha costado instaurar la democracia en España:
Años de trabajo incesante, sacrificios, dolor y muerte.
Y ya estamos dando paso:
Y afianzando en nuestras instituciones, en nuestro pensamiento, en nuestra sociedad y en nuestra idiosincrasia, modelos totalmente dictatoriales.
Y estamos aceptando, hasta diríamos que con agrado, a personajes, a líderes y a dictadores que hoy quieren ocultar su realidad para que de esta manera aceptando un tiempo las reglas democráticas, un día consigan su anhelado objetivo de romper absolutamente con el sistema:
Y establecer un sistema dictatorial y autoritario, basado en principios comunistas, en principios bolivarianos y en principios radicales y alienantes de la extrema izquierda.
Esta realidad está ya viva y bien asentada en el congreso de los diputados y en muchos de los ayuntamientos de nuestro país que ya sufren los estragos de una política:
Violenta, antisistema y radical
Que sólo buscan:
La confrontación, el odio, la agitación de las masas, la polémica, el enredo y la alteración del orden público.
Para de esta manera ir socavando día a día los pilares de la democracia, e ir -ellos- creando su propia estructura basada:
En la cultura de la muerte, en la cultura que desprecia la vida en cualquiera de sus diversos significados, en la cultura que esclaviza, en la cultura laicista, en la cultura agónica de la pobreza y de la miseria.
Y en este terrible anclaje de desolación, sólo queda por encima de ello:
La dictadura de un poder absoluto y aberrante, en el que ellos son los líderes. Líderes endiosados que manejan a su antojo a las masas empobrecidas e ignorantes.
Y con este panorama, ellos: los antisistema y antidemocráticos, son los poderosos, son los auténticos salvadores, son los dioses de la nueva civilización ante los cuales hay que rendir pleitesía, veneración y adoración, puesto que ellos son los grandes caudillos del nuevo orden mundial.
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