Sal al balcón

Hace un tiempo una duquesa salía al balcón municipal de Oviedo y alguien desde la plaza la animaba: Cayetana, tírate; Cayetana, tírate..., a lo que la famosa terrateniente respondía con gestos vulgares que parecían impensables en insignes representantes de la nobleza monárquica.

Otra persona, aprovechando un megáfono que se portaba porque en ese lugar céntrico se había convocado una concentración de apoyo al presidente indígena boliviano, que en esos días estaba soportando una asonada violenta que destruyó el aeropuerto y causó decenas de muertos, le cantaba a la señora del balcón el Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, relacionando la noticia del momento, en que la citada duquesa, beneficiaria de millones de subvenciones de la UE simplemente por poseer tierras, había recibido una medalla del Trabajo, mientras que los jornaleros, que protestaron por lo que consideraban una insultante injusticia, recibieron palos, y posteriormente multas. La canción, desde luego, iba dedicada a los segundos, y mereció nuevos gestos grotescos de la ínclita.

Fuese y no hubo nada, más.

Estos días, en otro balcón municipal, esta vez en Siero, otro representante de las élites, de origen venezolano, pero nacionalizado español por la gracia de un gobierno amigo, salía a provocar a quienes, en legítimo derecho de expresión, querían opinar públicamente sobre el mal uso de los dineros públicos para beneficiar a un magnate, incluyendo, según expresión pública del principal edil, la intención de derrocar a otro gobierno.

Y queriendo acompañar las demandas elementales de las familias de 43 personas asesinadas y otras 800 heridas en acciones llamadas guarimberas, en las que, según sentencia de los tribunales, el hijo del provocador-en-el-balcón había participado y propiciado.

El adinerado personaje se mofó de los presentes, pero estos resultaron ser víctimas del victimario, en una campaña inmensa que llevó el nombre de Siero por todas las geografías comunicacionales, a favor y en contra.

¿Y no hubo más?. Sí que lo hubo. El responsable de todo, el que convocó la concentración, el que tuvo la mala-idea de ensalzar al poderoso, es decir el edil primero de Siero, pretendió además, en los medios, arrebatar el derecho de expresión y las herramientas de participación ciudadana... ¿a un rico del municipio..? No: a un ex emigrante en Alemania y autónomo de la chapistería, y a un jubilado de la mina, ambos activistas solidarios de muchas decenas de años, fundadores, casualmente los dos, de la asociación de amistad saharaui, visitantes en Nicaragua, creadores de grupos de solidaridad.

La opción de clase el señor edil, que representa a un partido socialista y obrero, quiere dejarla muy clarita. Elogios y prebendas a los pudientes, palos y desprecio a los obreros, sin importar normas, locales, nacionales o internacionales.

Todos los jueves están nuestros bomberos trasladando sus demandas ante el Ejecutivo asturiano, y además de forma bastante vistosa. A nadie se le ocurrido criminalizarlos por ello o echarlos de sus labores o restarle más aún Derechos.

En Siero en cambio la ocurrencia autoritaria a modo de venganza ha tenido acogida entre el sector conservador, que ha anunciado su intención de identificar a los manifestantes, como en las mejores épocas del Paco Bahamonde.

El portador del megáfono, como seguramente grave delito, coincide que es el mismo, en Oviedo y en Siero (y hasta el propio megáfono puede que repitiera ejercicio, con 9 años de distancia, y el cantaor de Andaluces, coincidía también en ambos eventos).

La aristócrata, posteriormente, hubo de comparecer en juicio por los insultos que propinaba a los jornaleros del SOC.

El millonario venezolano... solamente parabienes está recibiendo, pese al prontuario acumulado por su familia, que incluye apropiaciones y beneficios de privatizaciones, gestión de petróleos o de la poderosa red empresarial Cisneros que incluye canales potentísimos de televisión privada, señalada de golpista en Venezuela.

Crecido, se ha permitido orientar el voto en Siero, cosa inimaginable con otros invitados extranjeros, y luego insultar en público al ex presidente Zapatero, y ha vuelto a nuevos homenajes en Madrid, el domingo 22 de mayo, ante 200 manifestantes según la Radio Nacional española, lo que ha valido amplia difusión mediática.

En cambio, el domingo anterior una masiva Marcha de jornaleros y acompañantes, desde Vallecas a Sol, ocupando la plaza durante un buen rato, y dando inicio a una huelga de hambre que dura ya una semana, no tuvo la misma atención mediática, pese a sus dimensiones evidentes: y es que se trataba de otro preso, un jornalero. Insultado por la concejala Polledo en Siero.

La asimetría de los comportamientos, en Oviedo, en Siero, en Madrid, muestran a las claras las opciones de clase. Y la clase de guerra contra los pobres.

La nuestra obligación es estar con los segundos. Sin concesiones.