Aumentemos el cariño
Si dijera el otoño: La primavera está en mi corazón, ¿creeríamos al otoño?
Comienza a atardecer sobre la capital del Principado: (18.17 horas, exactamente). A la noche este escribidor saldrá por ahí a ver si conseguimos mitigar un poquitín, nuestras nostalgias, melancolías, depresiones y, desde luego, por encima de todo aumentar el cariño hacia los demás. La vida misma. Sí: ni más ni menos la vida misma...
Ya véis, La Tacita, Luna, Blacky, Bonnie, Tin, Copi, Gala, Niki, Casimiro, Leto y el arriba firmante, desaparecemos y aparecemos como en el transcurso de su caminar lo hace el río Guadiana. Hoy reaparecemos (con la que está cayendo, ya sabéis) para decirle adiós a octubre y hola a noviembre. Por favor, sé bueno. Sólo una migajina bueno, por favor, noviembre, impregnándonos. Buena falta nos hace.
Érase una vez. Una vez en la que dos españoles extraordinarios (cada uno de ellos en su faceta pero ambos inolvidables) acaban de irse de la mano cada cual a su estrella.
Vayamos ya hacia el punto y final. Enhorabuena para vosotros, Azucena y Fermín (la primera novia que uno tuvo cuando renacuajillo se llamaba Azucena). El pasado sábado vuestra hija benjamina y su novio se dijeron embelesadamente Sí, quiero, y vuestros corazones, Fermín/Azucena, rebosaron de felicidad. También el corazón de los novios y de todos sus familiares y amigos.
Abrazos, amables lectores. Despedida y cierre.
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