Señores diputados, ¡pónganse a trabajar!
El pasado domingo leía atónito el balance que de esta legislatura hacían para este periódico los portavoces parlamentarios de los distintos grupos políticos con representación en la Junta General del Principado. Si bien es cierto que ya no debería pillarnos por sorpresa que unos y otros se dediquen a hablar más de ellos mismos, y de sus intereses como partido, que de los principales problemas de los asturianos y la forma de resolverlos, no me deja de asombrar que en un momento como este, el de hacer balance, el de rendir cuentas ante los asturianos, vuelvan a hacer lo mismo, hablar de lo buenos que son ellos, de lo malos que son los demás, y todo ello sin un mínimo de autocrítica. Echar la culpa a otros para justificar la falta de ideas o iniciativas concretas es la práctica más habitual de la vieja política, esa que tanto ha conseguido alejarse de los asturianos.
Mención aparte merecen las declaraciones del portavoz de Ciudadanos, un partido que se suponía (o más bien presumía) capaz de hacer las cosas de otra manera, que se presentó a las elecciones vendiendo una nueva forma de hacer política y que debería estar condicionando las propuestas y políticas que salen de la Junta General del Principado; unas declaraciones donde solamente destaca las bondades de su partido y su propio crecimiento en número de votos durante todo este año.
Legislatura de obstáculos, titulaba la noticia a la que hago referencia. No, no engañen más a los asturianos. Esta ha sido una legislatura de inmovilismo, de parálisis, de campaña electoral continua, de pensar solamente en ellos, de más de lo mismo. Mientras Asturias se desangra y los asturianos lo seguimos pasando mal en muchos aspectos, el grave problema demográfico que tenemos en el Principado es solamente un ejemplo, ellos, los que tanto y tan bueno nos prometieron mientras los votos aún no estaban en las urnas, ellos se dedican a no hacer nada o al menos a hacer no lo que los asturianos necesitamos.
Pónganse a trabajar, señores diputados. La legislatura aún es larga, hay tiempo. Estoy convencido de que algunos de ustedes lo estarán intentando y que lo quieren hacer bien, pero quizá sus propios partidos, esas máquinas de poder que juegan a otra cosa y solamente piensan en las próximas elecciones, quizás ellos mismos no se lo permiten. Los asturianos nos merecemos políticos que estén a la altura de las circunstancias, que piensen en nosotros, en resolver nuestros problemas de la mejor forma y lo más rápido posible. Todo lo que no sea así, seguirá siendo tiempo perdido, y Asturias, desgraciadamente, se está quedando sin tiempo.
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