Los caballos lloran

Los caballos lloran porque sus jinetes están nerviosos a causa del futuro del Centro Ecuestre el Asturcón. Mucho se escribe en estas fechas sobre esta instalación deportiva de Oviedo y son variopintos, los dimes y diretes, pero la realidad es que este asunto no esta enfocado por el Ayuntamiento dentro de los limites de su realidad.

En estos momentos el problema del Asturcón tiene dos vertientes, una correspondiente a su futuro y otra al empeño del Alcalde por desalojar del mismo a los caballos allí estabulados.

Dos informes son importantes para considerar los males que sufre El Asturcón. Uno correspondiente al propio personal del Ayuntamiento y el otro el de una empresa de Consulting con el anagrama Idom.

Ambos informes hacen hincapié en la necesidad de una unidad de gestión y no, como se vino haciendo hasta meses no lejanos, con unos grupos de actividades independientes (sino recuerdo mal, hasta el numero de nueve) que actuaban, casi, con plena autonomía. A ello hay que añadir, como consecuencia, el descontrol generalizado, tanto en su funcionamiento, como económico.

No obstante, el Asturcón movía unos 1200 jinetes al año en los concursos de salto, doma y resistencia, unos 700 alumnos semanales en clases en las Escuelas de iniciación, salto y doma, unos 180 en la Escuelas de Terapias Ecuestres, mas se llevaban a cabo otros muchos eventos. Por eso no se ajusta a la realidad la afirmación de la Alcaldía en el sentido de que solo un reducido número de usuarios pertenecen al municipio de Oviedo.

Su problema económico - aparte del organizativo -, residía en los precios de los servicios que se prestaban, precios que señalaba el Ayuntamiento bajo la formula de tasa municipales, eran de unas cuantías que no tenían relación alguna ni con los costos reales ni con los precios de mercado dentro de Asturias.

Por otra parte, los términos en los que fueron redactados los contratos de las diversas concesiones no eran nada propicios para cubrir gastos, si no más bien para subvencionarlas.

En las últimas etapas del PP, este consiguió rescindir estas concesiones.

Dentro del espacio del actual tripartito, se jugó la carta de vender el cierre del Asturcón como una opción política, si bien se hicieron intentos para su continuidad, mediante la licitación de un pliego con unas condiciones que quedó desierto. Dada la situación se realizaron también un conjunto de gestiones llevadas muy directamente por el Alcalde y poco trasparentes para los usuarios, que dieron ningún resultado.

Se culmina con una propuesta ofrecida por el Ayuntamiento a la Federación Hípica del Principado de Asturias, para que supervisara si era correcta la atención que recibían de los caballos estabulados en el Asturcón y se procediera al cuidado de los caballos abandonados ( uno ), durante un periodo de tres meses y por un importe máximo de 18.000.- , que lógicamente no salio adelante.

Vista así la situación, y queriendo el tripartito un coste cero, el Alcalde decide cerrar la instalación hípica, sin tener en cuenta que esa finca, en gran parte fue expropiada con el fin de crear un centro ecuestre, que esta dentro de REGA, que para sacar los caballos hay que cumplir los tramites de buscarle un lugar de destino de acuerdo con la normativa en vigor parcela, condiciones de la misma, agua, electricidad, etc. -, y el consentimiento de los propietarios.

Habría que hacer una reflexión sobre el numero de caballos que salieron del Asturcón por falta de atención yeguadas de 12 a 17 caballos - y los que también salieron pertenecientes a las escuelas y estas que incluso quisieron alquilar naves y pistas, para seguir con su actividad, e incluso poniendo fianzas, y no consiguieron llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento.

Los usuarios del Asturcón pagaban las correspondientes tasas municipales por los servicios que proporcionaba el Ayuntamiento dentro del Asturcón. Estos servicios los prestaba bien por medio de un concesionario, bien directamente, como era en el caso del cuidado de pistas, servicio que unilateralmente dejo de prestar rescindiendo la concesión de la Empresa Urbaser, y privando a la instalación de la maquinaria y herramientas precisar para su cuidado.

Esto le crea un nuevo problema correspondiente al personal despedido de la Empresa Urbaser, al mantener la instalación abierta, y de forma unilateral no prestando el servicio.

Es una pena que esta gestión nefasta llevada a cabo por el Consistorio, encubierta por cifras que no se ajuntan a la realidad y procedentes de situaciones ya superadas, lleve a ciudad de Oviedo a perder la mejor instalación ecuestre de España, a su abandono y cierre, y a la perdida de una inversión de 30 millones de euros.