Las memorias de Sabino
Como no hay mal que cien años dure, el hiperbólico y ditirámbico «tsunami» provocado por la muerte del señor conde va remitiendo, aunque quedan intervenciones en el mismo como la de un conocido asesino múltiple (al que se ha dado, no sé sabe por qué –¿o tal vez sí?– la medalla al Mérito en el Trabajo) y la de un descendiente directo de otro destacado personaje dubitativo en cuanto a su decisión sobre sumarse o no al bando nacional de la Guerra Civil española –antes llamada guerra de liberación, por supuesto también por el personaje en dudas, pues no faltaba más.
Yo, la verdad, esperaba que aparecieran las memorias del señor conde para aclarar si nuestro personaje calificado por un pelotillero profesional de los muchos que hay por ahí sueltos, cobrando suculentos haberes a cuenta de ello nada menos que como «héroe», no se sabe por qué, pero la señora marquesa consorte viuda ha dicho que no, que no hay memorias, o sea que me he quedado con las ganas de saber si el señor conde difunto iba con los que le pagaban o con los otros.
Otra vez será.
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