Cautivos y desarmados
Y en desbandada, se puede definir la situación en la que se encuentra la oposición en el Ayuntamiento de Oviedo. Sin objetivos, presos de sus propias palabras, y de sus propios actos. Faltos de unidad, de criterio y huérfanos de todo liderazgo, la situación de cara a los tres años que aún quedan de mandato tricolor, no puede ser más pesimista.
Ninguno de los actuales ediles que hoy se encuentran en una oposición ganada a pulso puede abrir la boca. Porque si así fuera, el chaparrón que les viene encima sería de los que sonrojan a cualquiera, de ahí que el silencio sea su única baza. Y así no se puede seguir, como digo, otros tres años pase lo que pase en 26J. El divorcio entre el gobierno multicolor, y la mayoría de los ciudadanos de Oviedo es definitivo. Y la separación de hecho de los populares, para con sus votantes camina hacia, no ya el divorcio, si no la nulidad matrimonial.
Con este panorama insoluble solo queda la población civil, la que puntualmente paga el agua, el alcantarillado, el IBI, la basura, los festejos, los comedores para quienes no tienen, los libros de escolaridad, las multas e infracciones y las rentas de sus viviendas; el sueldo de los concejales y alcalde y hasta las vallas publicitarias, de los miembros del tripartito. ¿Que más se le puede pedir, al ovetense fiel y leal a un Oviedo, al que le están desmantelando sus señas de identidad, su historia, de heroísmo y sacrificio? ¿Resignación? ¿Claudicación?...En absoluto, más ya no les puede pedir, ni exigir, lo diga el Alcalde, el Vicealcalde, o el Sunsum corda.
Si el resultado electoral, fue el que fue, esto solo tiene una salida algo honrosa: La dimisión de todos aquellos del Partido Popular, que hoy no les queda más remedio, que callarse, para que no les saquen los colores y por tanto, atados de pies y manos para ejercer el más mínimo control sobre el tripartido. Quienes hemos votado, a la candidatura que resulto ganadora en las elecciones pasadas, lo hicimos a toda una lista, incluidos los suplentes. Es decir: ¡todos! Por tanto, lo razonable, es que se les pida a los actuales concejales populares, que por dignidad se pueda ir corriendo la lista, para que al menos quienes se incorporen, no tengan las manos manchadas de ineptitud.
¿Qué es algo inusual y novedoso? ¡Seguro!. Pero a grandes males, grandes remedios, pues de no ser así, a la vuelta de tres años, no sabremos ni que quedara de Oviedo, ni que será de nuestras tradiciones, ni siquiera como será el nuevo escudo de la ciudad parece broma, pero no lo es.
No podemos seguir mirando para otro lado. No podemos seguir lamentándonos en privado, y callándonos en público. Si la cúpula del PP no toma medidas solo nos queda la acción civil y popular para que como bien proceda en derecho, lograr, salvar al menos, la dignidad de haber intentado todo lo posible, para que Oviedo, siga teniendo el prestigio y el reconocimiento del que es merecedor por sus gentes y por su historia; y eso solo pasa echando a la oposición, a quienes cambiaron La Madreña por el Consistorio.
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