Al señor consejero de Educación y Cultura
¿Por qué? ¿Por qué, señor consejero de Educación, me excluye de un proceso selectivo después de casi treinta años en la enseñanza?
¿Tiene algo contra mí? No me conteste, es una pregunta retórica. Me respondo yo misma: no; es imposible; no nos conocemos; yo soy un número más dentro de ese listado de interinos que no poseen titulación adecuada.
Cuando comencé mi andadura en la enseñanza sí era válida para impartir docencia, claro que no soy yo quien debo evaluarme, eso se lo dejo a mis alumnos, ya que ustedes no lo hicieron; no me dieron la oportunidad ni una sola vez para poder demostrar mi saber (si es que una oposición demuestra algo). Ahora, casi treinta años después de mis comienzos, se convocan oposiciones y, a pesar del handicap de la edad y de la competición con gente recién salida de la Universidad (jóvenes con todo el potencial y las ganas de hacerse un hueco en la enseñanza), me apunto a la competición aun sabiendo la dificultad que entraña, pero veo con asombro que ya no soy válida, que mi titulación no sirve, según aparece publicado en el listado de excluidos al proceso selectivo y, por tanto, automáticamente me caigo del listado de la especialidad en la que llevo años trabajando.
Sin ninguna acritud, quiero decirle un par de cosas.
1ª ¿Tuvo en cuenta alguna vez que tiene entre sus filas a un colectivo docente con muchos años de experiencia, al que se contrató cumpliendo todos los requisitos exigidos en su momento, del que dispuso cuando fue necesario y al que se dejó envejecer sin posibilidad de cambiar su estatus dentro de la enseñanza y ahora se le despide?
2ª ¿Se preguntó en algún momento si puede existir otra fórmula que no perjudique de forma tan cruel?
Una última reflexión: ¿cree que con una titulación de mayor nivel va a resolver el problema de calidad en la enseñanza? Enseñar es, además de tener conocimientos de la materia a impartir, saber transmitir, empatizar con el alumnado, preocuparse por buscar soluciones a los problemas del aula, buscar recursos para llegar mejor a nuestros interlocutores, y eso no lo da un título, lo da el amor por la profesión a través de los años de docencia.
Mª José González Liedo, profesora interina de FP
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