Increíble falta de respeto
No me puedo creer que hayamos caído tan, tan bajo y que tengamos que dar nuestro permiso, nuestro consentimiento, a esta Consejería de Educación para que puedan obtener una certificación negativa del registro central de delincuentes sexuales ¡Por el amor de Dios, ya está bien de estupideces! Lo único que deberían hacer es seguir nuestra trayectoria personal y profesional y ver lo que hemos estado haciendo durante muchos, muchos años. A mí, simple y llanamente, me parece un insulto el que alguna institución o alguna persona nos pida un absurdo como éste.
Es una situación bastante denigrante; estamos en una época un tanto extraña, hay mucha libertad para unas situaciones y, sin embargo, para otras un sistema dictatorial absoluto. Muestra una falta total de respeto por nuestro colectivo, por no decir que roza lo absurdo y quizá también la ilegalidad.
Que creen un registro específico de delincuentes sexuales que ya mostrará oportunamente esa información, y puedo asegurar que ni un solo docente estará en ese registro. La petición del certificado de antecedentes penales por parte de la Consejería es totalmente innecesaria y desproporcionada.
Es más, vulnera principios constitucionales, de privacidad y la ley de Protección de Datos. Los profesores deberíamos presentar un escrito ante la Defensora del Pueblo y esperar el momento en que se haya creado el registro central de delincuentes sexuales y que entonces se reconduzca este asunto y nos pidan disculpas por tal despropósito.
Ya Kant decía que a todas las personas se les debe respeto por el simple hecho de ser personas o, dicho de otra forma, por ser seres racionales libres. Y los profesores entramos también en el grupo de personas a las que se les debe respeto.
Sé que este escrito no va a cambiar nada de nada, pero al menos hemos de dejar clara nuestra posición ante algo que algunas personas consideramos un abuso total y una dejación de nuestros derechos.
Ya me despido de ustedes con unas palabras sobre el respeto, escritas por Teresa de Calcuta, valiente y gran mujer: "Sigue, aunque todos esperen que abandones. No dejes que se oxide el hierro que hay en ti. Haz que, en vez de lástima, te tengan respeto".
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