Españezuela

30 de Mayo del 2016 - Ángel Lozano Heras (Oviedo)

Sí, es verdad que en la actualidad Venezuela es una ruina. Y les hacemos flaco favor a los venezolanos con tanto intrusismo hispano, enervando más los ánimos. No les solucionamos nada y sólo viajamos por turismo electoral, mareando aun más la perdiz. Eso sí, nos hacernos las fotos de rigor muy cursis. No hemos visto que ninguno de los exjefes de Gobierno (Felipe González y Zapatero), ni candidatos españoles (Rivera) haya visitado los barrios de las afueras de Caracas, por ejemplo. O que se hayan caído por la pobreza de las estepas y montañas de Guárico, preguntando libremente a la gente cuál es su situación. Mucho "selfie", pero nada más. Es verdad que el caos político, social y económico reina en el país de la República bolivariana. Pero la oposición, centro y derecha, también tiene su parte de culpa, porque desde el Parlamento y en la calle se dedican a poner serias dificultades al Gobierno de Maduro más que a solucionarlas.

Miedo y vergüenza dan algunos de los discursos y actuaciones del presidente Maduro; miedo y pavor dan las proclamas del "número dos" del chavismo, Diosdado Cabello. Pero también en la oposición venezolana existen muchos salvadores de patrias inmaduros, que incluso dan más miedo que Maduro. Por ejemplo, el opositor de la visera a lo yanqui, Henrique Capriles, y otros de su estirpe sí que asustan. Como si no hubiera otras causas de presos políticos en el mundo, más importantes y sangrantes, que pleitear por unos opositores venezolanos, de la derecha más conservadora, por decir algo suave de ellos. Las dudas sobre la implicación de Leopoldo López, ahora encarcelado, por un supuesto delito de terrorismo y golpe de Estado están en la mente de muchos venezolanos demócratas.

Felipe González se atreve a opinar sobre la escasa calidad democrática en Venezuela y de las relaciones chavistas con Podemos, esa peligrosa amistad podemita con la revolución bolivariana. Pero qué hicieron él, Aznar y Zapatero: pactar con ellos, firmar sustanciosos acuerdos económicos. Para el señor González, la pela es la pela: esos oscuros negocietes, divisas del petróleo y prebendas con magnates a los que frecuenta desde la época del presidente Carlos Andrés Pérez. Éste que luego fue arrestado y acusado de supuestos enriquecimientos ilícitos y manejos oscuros de los dineros públicos, nada menos.

Albert Rivera, el líder de C's, es acusado por todos, desde el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, García-Margallo, el PP, PSOE, Unidos Podemos y nacionalistas, de intromisión en asuntos internos de otro país, en hacer precampaña electoral desde Venezuela. A Rivera le importa un bledo la problemática venezolana, ni la entiende. Sólo ha ido a Caracas a buscar cierto rédito y protagonismo electoral, a la vez que cargaba contra Podemos acusándole de sucursal chavista. Qué tendrá que ver eso con los más de cinco millones de votantes de Podemos. Vergonzante la postura de Rivera y los palmeros de su partido C's que le acompañaron a esa excursión antibolivariana y antipodemita.

Rajoy y el PP también convierten Venezuela en un asunto de precampaña al reunir al Consejo de Seguridad Nacional para analizar el gran problema de los intereses españoles en Venezuela. No hacemos con esto nada positivo para ellos, porque les ponemos en más peligro aún.

En vez de echar mas leña al fuego, lo que habría que hacer es actuar con sensatez, mediar con diplomacia y templar gaitas. Porque no van hacer nada positivo con la injerencia en asuntos internos de los venezolanos.

Y mientras tanto, aquí en Españezuela, seguimos con las políticas de austeridad que nos impone el PP; tenemos el país patas arriba, con una economía que no despega lo suficiente y hace peligrar el futuro de nuestros hijos y nuestras pensiones. Los índices de pobreza en España, sobre todo la infantil en riesgo de exclusión social, son alarmantes. Tenemos aún un porcentaje muy alto de paro y de precariedad laboral como para ir por ahí a predicar bienestar y arreglar casas ajenas.

Nuestros políticos deberían denunciar con las mismas convicciones e ímpetu de esos viajes turísticos electorales a la tierra de Bolívar otras zonas del planeta donde los derechos humanos y la democracia brillan por su ausencia mucho más que allí. Sin ir más lejos, la situación de Colombia. O revelar la situación catastrófica de miseria y muertes de Etiopía, o de los campos de refugiados argelinos, o la opresión de Marruecos sobre el Sahara del Frente Polisario. Que vayan a democratizar Turquía, Corea del Norte, Arabia Saudí e Israel, por poner sólo algunos ejemplos actuales, sin mencionar la destrucción de vidas y ciudades en el Oriente Próximo.

En el país latinoamericano han puesto sus garras sobre Maduro y el chavismo unos partidos y sindicatos de derechas con la complicidad de los poderes económicos y de bastantes medios de comunicación, ayudados por algunos países extranjeros; están llevando al enfrentamiento más duro y al límite democrático, en vez de intentar pacificar los ánimos y pactar.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, dice no saber si Leopoldo López está en la cárcel por golpista. Por su parte, el exdirigente de Podemos Juan Carlos Monedero también acusaba al líder opositor Leopoldo de instigador de revueltas callejeras que sembraron el caos en el país, al no aceptar el resultado electoral de las urnas. Confirma Monedero que el opositor invitó a sus seguidores a tomar las calles con violencia para revertir los resultados electorales desfavorables para él. Y añadía Monedero: "Ha realizado movimientos contrarios a la ley por una voluntad política; vamos, un golpista al igual que Tejero". También el líder de IU, Alberto Garzón, afirmaba en La Sexta TV que Leopoldo López está en la cárcel por fomentar golpes de Estado y tachó a toda la oposición venezolana de poco democrática.

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