Romería del Narcea-Occidente en Madrid
Día 29 de mayo, a 25 kilómetros de la madrileña Puerta del Sol, está en su XXX Edición la romería del Narcea-Occidente, que se celebra cada año en la "Quinta Asturias" del Centro Asturiano. Romería que va de la mano y en la palabra de Andrés Menéndez y aglutina a más de una veintena de concejos asturianos. Todos, y algunos más, tienen aquí presencia y representación de romeros.
Sobre el denominado "escenario vieyu" y a la sombra de pinos centenarios, se centra casi todo el desarrollo de la romería y comienza con la proclamación de "la Encantada", que lo será por un año: Cristina Rodríguez Rivas, una joven gijonesa que conoce la tinetense vida campesina y que en pocos años la veremos por las instalaciones de algún hospital, ofreciendo su vocación y generosidad a quien las necesita.
Esta romería de la cuenca del Narcea-Occidente pretende recuperar tradiciones y costumbres casi desaparecidas en nuestra región, como viene a ser el "canto del ramu", que hoy se canta cerca del hórreo y la panera que se alzan en la "Quinta", finca de considerable tamaño cuyo mantenimiento exige algún dinerillo y el esfuerzo de muchos. Tal ocurre con las exigencias de este día de fiesta. El grupo folclórico "L'Alborá" y la banda de gaitas "El Centru" están en ello y aportan el máximo y lo mejor de sí. Exquisitas piezas musicales y bailes regionales van llenando estas horas. De pronto, nos sorprenden con la "Jota de Obachu" o la "Rumba de primavera". Toda la geografía asturiana tiene aquí su música y su danza. Se manifiestan y superan con sus preciosos cambios de ritmo.
En la misa de hoy, ante la Santina, nos hablan de la multiplicación de los panes y los peces. Y como decíamos, en eso estamos aquí a la hora de multiplicar esfuerzos. Y de verdad que se lleva a cabo en lo artístico y en lo de andar por casa. Ya se llamen Marta, Conchi, Cristina, Andrés, Manolín o Claudio, ahí tenemos sus bien dotadas gargantas para la tonada o la dulce canción.
A la hora de viandas, parece que también se multiplican. Nadie se va con hambre de la "Quinta Asturias". Y sabemos todos que existe en el mundo, pero de eso también se habla aquí, y de la falta de paz y trabajo. Hay aquí quien trabaja lejos, a muchas horas de avión, pero encuentra unos minutos para ponerse el traje asturiano y bailar con sus compañeros de agrupación, sacrificando otras cosas. Sin esa entrega y alegría de muchos no serían posibles las romerías asturianas en Madrid, acaso en ninguna parte.
Avanza la tarde en la "Quinta Asturias" y aún recordamos ese "Pasacalles de Peruyes" o la "Marcha de Belmonte", que nos cautivaron esta mañana.
Nos dicen aquí que ha muerto en Asturias Guillermo, un excelente gaitero de "Aires de Valdés". Ya no podrá estar, como tantas veces, en San Timoteo o La Regalina, tendiendo su mirada sobre las olas amables de la "ribeirona" cadavedana.
Pero la vida sigue y en la "Quinta Asturias", como quien no quiere la cosa, se ha formado un gran baile. El acordeón de Dani, llegado de Cangas del Narcea, ofrece, bajo los altos pinos centenarios, el "Son d'arriba". Y se lo saben todos... y todas.
José María Jesús González
Madrid
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