Alfonso y Falo
Recuerdo obligado de estos dos dibujantes y caricaturistas que aquí, en LA NUEVA ESPAÑA, hicieron historia con el mejor estilo y humor. Alfonso ya era conocido, antes de la Guerra Civil, por sus cromos e historietas ("Aquí tenéis el pueblín, donde vio la luz Gorín, que nació, según la xente, en carnes completamente"), que incluían en sus productos importantes firmas comerciales, como la desaparecida fábrica de chocolates La Agustina, de Ujo. Con la aparición de este periódico, Alfonso inicia ya en él un intenso trabajo como dibujante, ilustrador y caricaturista, dando vida a la famosa y popular pareja aldeana de Telva y Pinón, y luego al neñu Pinín, "que de Pinón ye sobrín". Con estos personajes, el genial Alfonso llevó a cabo una intensa y encomiable labor divulgadora de la Asturias rural y aldeana, por la que cuenta con nuestro agradecimiento y este obligado y entrañable recuerdo. Alfonso fue también un gran acuarelista, el mejor de su tiempo. Su arte, su bondad y su hombría de bien no tuvieron límites.
Igualmente diremos del buen langreano Falo, de La Felguera, otro genial dibujante y caricaturista, que también hizo historia de su arte en LA NUEVA ESPAÑA, periódico en el que Alfonso y Falo, o Falo y Alfonso, forjaron su fama y prestigio como indiscutibles artistas. Falo fue también un hombre excepcional, alegre, divertido, bonachón él, apreciado y querido por todos. Ni la maligna enfermedad le hizo perder su humor y gran optimismo. Así nos lo demostró la última vez que le vimos en La Felguera, en el funeral del hijo de un amigo común, muerto en un trágico accidente. Falo seguía siendo el mismo, a pesar de la huella que la enfermedad estaba ya dejando en él. Un fuerte abrazo entonces y este recuerdo hoy, aquí, que hacemos extensivo también al buenazo de Alfonso. Los dos han sido unos buenos y ejemplares maestros, además de amigos, cuando uno inició en este mismo periódico sus primeros balbuceos y andanzas en la caricatura y la historieta, como la del deportista "Pipeta", que lo mismo escalaba una cumbre como se lanzaba al fondo del mar para ligar con una hermosota sirena. Qué gratas jornadas aquellas, en la redacción de este periódico, con Alfonso y Falo, irrepetibles dibujantes y caricaturistas, que mucho prestigio dieron a su Asturias, norte de todas sus inquietudes artísticas.
Alfonso, obligado se nos hace recordarlo, fue el promotor y "padre" de ese espectáculo famoso y festivo que es el Día de América en Asturias, de tanta importancia y tradición en las fiestas de San Mateo, en Oviedo. Sí, los dos eran unos grandes asturianos y todo un compendio de bondad y hombría de bien. Para uno, han sido únicos e irrepetibles, porque el humor y la caricatura discurren hoy por "caminos cibernéticos" muy distintos. Todo es muy distinto hoy, en una sociedad materialista y deshumanizada.
Y esta anécdota de Falo. Veraneaba con su familia en Celorio y cuando su mujer le encargaba la compra, él lo anotaba dibujando en vez de escribiendo. Y así, un día, dibujó a un paisano tirando el calzón. Cuando ella le preguntó qué significaba aquello, él socarronamente, respondió: "Verás, muyer, ye pa acordame de que tengo que traete papel higiénico". Falo era así, y también Alfonso. Unos grandes humoristas y unos verdaderos genios del dibujo y la caricatura. Sí, fueron únicos e irrepetibles.
Para vosotros, queridos maestros y amigos, este recuerdo y un abrazo desde esta orilla de la vida.
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