Hacienda somos todos
Siempre me he quejado de que en éste país la pedagogía para los grandes temas de Estado brilla por su ausencia. Qué duda cabe que todo lo relacionado con los impuestos, es uno de ellos; por ello, saludé con alegría el acierto que supuso hace ya 38 años, en plena transición política, el slogan "Hacienda somos todos" porque apelaba a la responsabilidad de los ciudadanos para hacer posible el mantenimiento de las políticas públicas y los servicios básicos.
Varios estudios de la época, señalaban que a partir de entonces se había incrementado la conciencia ciudadana a pagar impuestos, en un país en el que por entonces, se llevaba a gala el engañar a la raquítica hacienda de entonces. Nadie podrá negar lo acertado de aquella campaña.
En estos días estamos en plena campaña de la declaración de la renta, lo que me ha supuesto, como a cualquier ciudadano, la visita por tres ocasiones a las oficinas de Hacienda. Para cualquier observador de lo cotiniano, no pasa inadvertido el perfil del ciudadano medio que visita por estas fechas estas dependencias administrativas: clase media, trabajadores manuales, jubilados, pequeños empresarios, policias, médicos, profesores, es decir...gente corriente, cuya obsesión es hacer bien la declaración y pedir ayuda técnica para conseguir una declaración lo más favorable a sus maltrechas economías.
Mientras observaba las reacciones y comportamientos de éstos ciudadanos que representan el 90 % de los impositores, escuchaba por la radio que la estrella de futbol del Barça, Leo Messi, se sentaba en el banquillo de los acusados, para responder ante el juez, sobre los más de cuatro millones de euros defraudados a la hacienda española. La siguiente noticia hacía referencia a los siete millones de euros que el consejero de Esperanza Aguirre, Francisco Granados había evadido a bancos norteamericanos. Como un resorte acudieron a mi memoria, sin que yo me lo propusiera, los casos Gurtell, Brugal, Púnica, Pujol, Noos... y la interminable lista de personajes de la política, de las finanzas, de la farándula y hasta de la Casa Real que además de robar el erario público eran y son unos consumados defraudadores de la Hacienda Pública.
A nadie se le escapa que, en realidad, no están todos los que son, están sólo a los que se les ha pillado. ¿Piensa alguién, por ejemplo, que en el deporte de élite sólo Messi, es un defraudador ?
De entre toda ésta gentuza, quizás el personaje más detestable lo sea el ex-ministro de Aznar, Rodrigo Rato, por haber sido vicepresidente del Gobierno, ministro de Economía y Hacienda, Director General del FMI, desde cuyos cargos, con una mano arengaba a los ciudadanos a sacrificios, a pagar impuestos, recordándonos que "Hacienda somos todos" y, con la otra, creaba empresas fantasmas para evadir impuestos y mantener su fortuna robada en paraisos fiscales.
Para rematar a éste país de pandereta, la abogada del Estado (del caso Noos) en el juicio que se sigue a la Infanta, hermana del Rey y a su cuñado, Iñaki Urdangarín, sólo se le ocurre argumentar que lo de "Hacienda somos todos" sólo era un spot publicitario, !toma ya!...Me entraron ganas de salir corriendo de las oficinas de hacienda y no parar hasta encontrar algún paraiso fiscal para jubilatas... pero me pudo más el quitarme el sombrero ante ésta genta que a pesar de tanta inmundicia, continúan cumpliendo con sus obligaciones fiscales. En una entrevista a John Carlyn, éste señaló que "Los españoles aguantan demasiado"...la pregunta es ¿hasta cuando?
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