Real Oviedo: peligro inminente
Acaba de tomarse una trascendental decisión sobre el futuro del Oviedo: contratar al nuevo entrenador. Parece que se debatió sobre tres nombres. No conozco personalmente ni a Caparrós, ni a Jémez, ni a Hierro, ni tengo referencia alguna sobre sus características personales, que me imagino correctas, aunque sí sobre sus trayectorias profesionales.
Los dos primeros están, desde luego, avalados por una dilatada trayectoria profesional. Experimentados en mil batallas, conocedores de numerosos vestuarios más o menos difíciles de manejar y, sobre todo, con un bagaje de resultados que les acreditan como entrenadores de relieve y muy apropiados para un Real Oviedo con un vestuario que necesita alguien del perfil de estos hombres.
¿Y Fernando Hierro? Fue un gran jugador. Extraordinario central que salía con el balón controlado como nadie. "Inventor" de saltar protegiéndose del contrario con los brazos y que ahora se castiga con tarjeta. Excelente relaciones públicas del Madrid, segundo de Ancelotti y con muy buenas impresiones en otros puestos similares, así como su paso como director deportivo de la selección española.
¿Pero es el idóneo para entrenador del Oviedo? Me entran muchas dudas. Sobre todo, porque nunca ha estado en el banquillo como responsable de un equipo. ¿Está siguiendo a los jugadores de Primera y de Segunda para que no le den gato por liebre si, como dicen, quiere que sea el entrenador el que confeccione la plantilla?
La verdad es que me da mucho miedo. Las experiencias del Oviedo, en este sentido, son poco halagüeñas. Recuerdo el desastre de Lobo Carrasco, a quien se fichó por el nombre, no por sus conocimientos de entrenador, y más recientemente lo de Generelo, que demasiados aficionados vimos lo que se avecinaba, con entrenadores sin experiencia, antes de comprobarlo con resultados.
Ojalá me equivoque, pero todos los aficionados que lo estamos comentando estimamos que es demasiado riesgo el que se asume, cuando se podía ir a valores seguros y siempre bajo la premisa de que en el fútbol nada hay seguro. En definitiva, estábamos esperando un entrenador de renombre, como nos lo venían anunciando, no una persona de renombre. Y como dice el sabio refranero español, las pruebas, con gaseosa.
Luis G. Álvarez
Oviedo
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