Agentes del medio natural investigados
A tenor de las informaciones recientemente publicadas en este medio acerca de un supuesto fraude masivo en la tramitación de solicitudes de indemnización por daños causados por lobos en la que figuran como investigados, al menos, once Guardas del Medio Natural, tal parece que este colectivo realiza este trabajo por su cuenta y que no forma parte de la estructura jerárquica de la Dirección General de Recursos Naturales a quien corresponden dichas funciones.
Todo parece empezar y acabar en el colectivo de Guardería, habida cuenta de que ningún superior jerárquico ha sido ni imputado en dicha investigación ni, por otro lado, ha realizado declaración pública alguna en descargo de los investigados, más allá de generalidades tales como reclamar que no se criminalice al colectivo, como si éste fuera algo ajeno a la propia Consejería.
Sin embargo el trabajo que realizan los Guardas del Medio Natural en este ámbito, como no puede ser de otra forma, se basa en las directrices establecidas por la Consejería. En realidad, en todo el procedimiento los Agentes únicamente inspeccionan los daños producidos y emiten un informe acerca de la causa de la muerte de los animales, si puede determinarse que ésta haya sido causada por el lobo, pues en caso contrario lo consideran como causa indeterminada. Además, en caso de considerar que la muerte haya sido causada por lobo, establecen una valoración económica de los daños producidos en base a unos baremos igualmente fijados por la Consejería. Pero es la Dirección General quien debe comprobar dichos informes y ratificarlos tanto para autorizar el pago de la indemnización como para denegarlo, en ningún caso el propio Guarda.
Si algún error ha cometido la Guardería en el tema que nos ocupa es no haber exigido con suficiente contundencia el establecimiento de un protocolo claro de actuación acorde con la Ley de Procedimiento Administrativo y haber asumido unas directrices de actuación que, lejos de ser defendidas ahora por quienes las establecieron, guardan en cambio silencio, dejándolos, como vulgarmente se dice, a los pies de los caballos.
Que, además, no se haya facilitado defensa jurídica alguna, tal como establece la ley, a los Agentes del Medio Natural inmersos en este proceso, los cuales , salvo que se demuestre lo contrario, son inocentes y actuaron en el ejercicio de sus legítimas funciones, por parte de la Consejería resulta un desprecio inadmisible. Que la Consejera se preocupe más de defender la honradez de los ganaderos que la de sus propios funcionarios es un insulto incalificable. Solo esperamos que las investigaciones que esta llevando a cabo la UCOMA de la Guardía Civil lleguen hasta el final con todas las consecuencias y que las pesquisas no se limiten, únicamente a la Guardería, que solo es el brazo ejecutor de una política medioambiental que no establece. De lo contrario podría pensarse que, más que perseguir supuestos delincuentes a quien se persigue realmente es a todo el colectivo de Agentes del Medio Natural.
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