Terminar con la suciedad
Recientemente el Ayuntamiento de Oviedo ha promulgado una ley para castigar a los que hagan sus necesidades en lugares públicos, castigando a los infractores con multas que pueden llegar a 1.500 euros.
Como ciudadano de a pie veo la medida fabulosamente bien, porque hay mucha gente que no se lo piensa un segundo defecar u orinar en donde les dé la gana, sin importarles un comino el mal aspecto que hace.
El Ayuntamiento de Gijón debería tomar buena nota de su homólogo de Oviedo y desterrar de una vez a los groseros de deambulan por esta ciudad.
Y para muestra sólo hay que observar a un grupo de personas que diariamente pernoctan en el parque de Margarita Xirgu, en La Calzada, que están acabando con el parque, pues los árboles se van secando poco a poco, porque esas personas orinan junto al tronco de la arboleda, y cuando llueve lo hacen en un soportal próximo.
Si la Policía Local patrullara por la zona algo más, otro gallo cantaría. Y mientras tanto, los que vivimos próximos al lugar antes señalado tenemos que aguantar día a día a esta gentuza.
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