Que comience la educación
Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario (Nelson Rolihlahla Mandela).
Cuando nacemos, no odiamos a nadie, somos inocentes, somos buenos, el odio es el resultado de nuestra educación y de las influencias que hemos recibido desde pequeños, por eso cualquier país no necesita ni un Gobierno de izquierdas, ni de derechas, sino una buena educación que nos forme desde pequeños como personas, para que podamos seguir siendo buenos, como el primer día que empezó nuestra vida, para que los demás, nuestros iguales, puedan empezar a vivir.
El día que empecemos a darnos cuenta de todos los prejuicios que poseemos, el día que empecemos a revisar nuestros pensamientos y consigamos darnos cuenta de todas esas mentiras que tenemos en la cabeza, que lo único que consiguen es que veamos a algunas personas de forma diferente, prejuzgándolas por su color de piel, origen, religión, etcétera, promoviendo su opresión por venir de diferentes países, que al fin y al cabo vienen del mismo que nosotros, la tierra. Ese día empezará el progreso; de momento, seguimos estancados cuarenta años atrás.
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