Esperar y ver
Al final ocurrió lo que nadie esperaba, el Reino Unido ha votado para abandonar la Unión Europea y tras la euforia inicial de los brexiters ha venido la incertidumbre. Vivo en el norte de Inglaterra, en una ciudad dividida casi al 50/50, y el viernes todo eran caras largas. David Cameron ha dimitido y ahora los brexiters dicen que no hay prisa por abandonar la Unión Europea, lo que hace pensar a muchos que realmente nunca hubo un plan de salida. La dimisión de Cameron es algo natural tras el resultado, puesto que el referéndum fue concebido por el primer ministro para acallar a los críticos euroescépticos de su partido. No obstante, esta dimisión no será inmediata, sino que Cameron seguirá siendo primer ministro hasta octubre, con el objetivo sin duda para ganar tiempo de cara a las negociaciones.
No pasaban ni dos horas tras anunciarse los resultados del referéndum cuando Nigel Farage, líder del populista, euroescéptico y anti-inmigración UKIP, negaba el que había sido uno de los grandes eslóganes de la campaña para abandonar la UE. La campaña del Brexit había empapelado paredes y autobuses con la cifra de 350 millones de libras, que alegaban el Reino Unido manda a la semana a la UE, dinero que prometían invertir en la sanidad pública. Pero tras celebrar la victoria, lo que hizo en un despreciable discurso que proclamaba el Día de la independencia, Farage en una entrevista en televisión negaba saber de dónde había salido esa cifra. Otro respetado diputado pro-brexit reducía las expectaciones anti-inmigración diciendo que era posible que los europeos no vieran un cambio en su estatus legal sino que simplemente se controlaría cuánta gente entraba en el país. El discurso post-Brexit parece haberse relajado tras una virulenta campaña donde la migración ha sido uno de los temas principales.
Pero esto no acaba ahí. En Escocia una gran mayoría de los votantes proclamaron su deseo de seguir perteneciendo a la UE. La primera ministra de Escocia reclama ahora un nuevo referéndum de independencia puesto que Escocia no desea ser forzada a abandonar la UE en contra de su voluntad. En 2014 los escoceses votaron seguir perteneciendo al Reino Unido por un estrecho margen, fue la amenaza de expulsión de la UE lo que acabó provocando el rechazo a la independencia. Ahora los escoceses se sienten traicionados y las voces pidiendo un segundo referéndum de independencia han aumentado. La autora escocesa JK Rowling, quien hizo campaña contra la independencia en 2014, declaraba que Escocia buscará la independencia de nuevo. El legado de Cameron será romper dos uniones. Nada de esto debería haber pasado. Voces para la independencia se han levantado en Irlanda del Norte e incluso hay gente que pide la independencia de Londres, que votó mayoritariamente en favor de la pertenencia a la Unión.
Lo que comenzó como una guerra civil en el partido conservador ha desatado un huracán en la sociedad británica que se puede sentir en la calle y el ánimo de la gente. Sus efectos se han notado en las bolsas mundiales y la sociedad británica está más dividida que nunca. Mientras tanto, a los que vivimos aquí, tanto británicos como extranjeros, vivimos en la incertidumbre y sólo nos queda esperar y ver.
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