El "Brexit" está deshumanizando a los españoles
Soy una de los más de 30.000 españoles que vivimos en Edimburgo, Escocia. Nacida y criada en Asturias, llevo viviendo aquí casi tres años y durante este tiempo he trabajado para varias empresas y he estudiado un máster en la Universidad de Edimburgo. El 24 de junio mi pareja y yo nos despertamos viendo los resultados del "Brexit". Él siguiendo la BBC como buen británico, y yo recibiendo información tanto de aquí como de los periódicos españoles.
Escribo esta carta abierta como respuesta a la situación de odio y xenofobia que se está creando en España por culpa del "Brexit". Antes de empezar permítanme recordarles que el 48,1% de los británicos ha votado REMAIN, que estamos hablando de más de 10 millones de personas, y que la mayoría de estos votos han sido de gente joven. Durante los últimos días no he parado de leer artículos de españolitos por el mundo tachando al Reino Unido y todo el que ha nacido en él de chovinistas y de ignorantes. He oído frases como "pues que se vayan, no los necesitamos". Entiendo de dónde vienen estos sentimientos de despecho: todos tenemos el corazón roto. Como inmigrante en Reino Unido, mi punto de vista hacia el racismo del que han sido acusados es muy distinto. Personalmente, nunca he sido discriminada por nadie, nunca han prestado atención a si me parezco a ellos o no, o a si soy tan bilingüe que no se me nota de dónde vengo. Vivo en una ciudad llena de cultura, de intercambio racial y de correspondiente respeto. Valorando a la gente por sus principios es difícil que se te juzgue por tu pasaporte. La realidad es que por desgracia xenófobos hay en todas partes, y si no pregúntate cuántas veces has utilizado la palabra sudaca en tu vida. Por eso cuando el españolito grita a los cuatro vientos que van a echar a los británicos de España, que EU debería cerrarles las fronteras y que se pudran en su propia isla, se nos olvida a todos que nosotros aquí seguimos, en Reino Unido, cuando en España no había, ni hay, trabajo. Nadie nos ha dicho que nos tenemos que ir, todo lo contrario, organizaciones como la Universidad y las empresas, que por cierto siguen una estricta Equal Opportunities Policy, se han movilizado para asegurar a los inmigrantes que les protegerán a ellos y a sus derechos y harán todo lo posible por mitigar las repercusiones del "Brexit".
El espíritu de la Unión Europea es de mutua colaboración, intercambio cultural y libre circulación. España debería ser un embajador de estos principios, y debería preocuparse por esos británicos que se han quedado huérfanos en un país aislado y liderado por políticos tan corruptos como los nuestros. Reino Unido va a sufrir la mayor recesión de la historia y, posiblemente, sufrirá una fuga de cerebros y de gente sin recursos buscando un lugar donde mantener a sus hijos. ¿Les suena? Sí, esto es España ahora mismo. Desde aquí les pido que no promulguen el odio, que recuerden que detrás del "Brexit" hay personas afectadas y que cuando llegue el momento tiendan una mano solidaria a todos los británicos que se volverán inmigrantes y que, ahora mismo, acaban de ver cómo su futuro se vuelve un poco peor.
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