El bable en la tonada
La tonada y el bable, me refiero al bable en la tonada, no al bable en sí, que es personal, pero la tonada debe ser cantada en bable. Existe grabado en castellano: tengo un novio carpintero o tengo de ir al molino, pero no se valora por lo que dice, sino por lo que suena. Diga Grado, pescado o Bilbado, hasta el punto de saber quién fueron los maestros o los alumno los alumnos. Fue recogido como un arte que es y de lo que se conocía y a título personal, claro, como todo en general.
Sobre el entendimiento es una práctica de tú a tú, esa ye así o nun ye así. No hay nadie que lo sepa todo ni nadie que no sepa nada. Era aquel alumno que-y preguntaba al profesor: Señor maestro, burro con qué se escribe, ¿con B o con V? Pues mira, niño. Si el burro es grande, con B, si es pequeño con V. No es igual saber que burro se escribe con B o con V para saber lo que es un burro. Así decía lo que sabía y también sabía lo que decía, lógicamente.
La tonada nacida donde les madreñes de clavos y no del cuello duro y zapatos de charol. Por esta línea alguien preguntaba: ¿Cómo es la canción asturiana? Muy fácil: abren la boca y dan voces, ¿siempre dan voces? No, no, cuando cansan aparan. Esto se puede llamar sentido común.
Este cante se va sosteniendo con los concursos y escuelas, que también se pueden llamar: lugar de cultivo y ensayo. Dentro de la tierrina es tan respetada, por no decir más, la canción española como se suele decir. Como la tonada que es tan española como la otra. Fuera de la tierrina la tonada no es muy apreciada, la llamada española es más amplia y variada, teniendo más donde escoger. Los dos estilos más enraizados son el flamenco y la canción asturiana, así dijo un día el inolvidable Presi, que su cante fue respetado en Asturias, España y parte del extranjero. Dijo así: La canción allerana inventáronla los moros cuando el Rey Pelayo, pues fueron unos repatriados que se despidieron cantando. Esto se llama saber perder y no como ahora, claro, claro.
Sobre la nueva tonada, que alguien llama, ¿qué hacemos con la vieja? Si las segundas partes nunca fueron buenas, pueden ser peores o mejores, dependiendo de quién las mida, como todo en general. Más mediciones, ¡vaya inteligencia que tien el chaval pa cantar, nun falla nunca! Tendrá inteligencia, otra cosa na de na, nun falla pero tampoco canta. Y siguen: canta bien el chaval, pero me suena a un madrileño cantando asturiano. Faltaba el olor a cucho.
Se observa en algunos concursos una canción allerana en las finales, obligada, no sobrando por estar desaparecida por su difícil modulación. Digo la clásica, que habría que descifrar. Y por esta línea, una canción obligada a la gaita desde el inicio del concurso. Esto no tiene mucha lógica, las voces llamadas gruesas salen perjudicadas. No pongan muchas condiciones al cantante. La gaita ya participa en el mismo como competición. Paralelo dejó en su día aquel llamado Almirante de la Canción Asturiana, Juanín de Mieres, dijo así: Cantar al público ye muy descarao, ye muy descarao. El concurso resulta ser un examen que se dice cantando. Y más opiniones: nunca ganan los mejores, pero tampoco ganan los peores y más y más. Algunos no triunfan por la envidia de otros. La envidia también perjudica la salud.
Para triunfar en cualquier concepto hay que ser algo necio, la práctica lo demuestra.
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