Cumplir años no es tan malo como se dice
Recuerdo que en mis tiempos de juventud, hace de esto muchas primaveras, todo el mundo quería cumplir años y, ahora, son cantidad los que padecen e3l síndrome de Peter Pan, el eterno niño del País-de-Nunca-Jamás. Demasiados ciudadanos no quieren madurar nunca. Cuando muchas personas, antiguamente llamadas de "mediana edad", se las trataba de usted, solían molestarse, por pensar que las estuvieran tildando de "viejas".
Actualmente el tabú de no preguntar la edad a una mujer se ha extendido también a los hombres. Estos creen que si confiesan ese dato van a ser prejuzgados y criticado su comportamiento por considerarlo demasiado cándido, demasiado inocente.
Es evidente que la esperanza de vida sigue aumentando y que, en edades avanzadas, hoy se realizan actos antes considerados impensables e, incluso, inapropiados; por un lado comportarse de una manera irreflexiva y sin sopesar que los hechos nos pueden llevar a no ser tomados en serio en ambientes donde es imprescindible serlo.
Opino que la madurez del ser humano se expresa a través de la armonización entre el aprendizaje y el grado de responsabilidad ante la vida, producto de la experiencia acumulada durante años. No es contradictorio decir que sentirse joven es algo que no debe perderse nunca, porque, entre otras cosas, nos proporciona el vigor y el atrevimiento que nos impele a acometer actos que, si lo pensamos mucho, no seríamos capaces de realizar.
Siempre se ha dicho que con los años vamos relativizando todo, que no te preocupas tanto por las cosas de tu entorno y que te vuelves más reflexivo y abstraído y en realidad lo que pasa es que vas "perdiendo sentidos". Pierdes bastante vista y no ves que te ha salido un grano que te afea la nariz y que antes lo veías cuando despuntaba y te ponía de los nervios. Pierdes oído, y así no escuchas conversaciones insustanciales o críticas que en otros tiempos te afectaban (primero porque las oías); no te molestan tanto los ruidos del entorno porque ahora te llegan más apagados y descansas mejor porque cuando te acuestas no oyes los ruidos que puede hacer el vecino.
Afortunadamente para ti es que casi siempre tu pareja también pierde vista y oído y te ve fantástico y te dice lo guapo que estás, porque ella no se pone las gafas de cerca para mirarte, y cuando reniegas y dices por lo bajini cualquier cosa en su contra camino del salón, ella no se entera y así evitas peleas y tú te desahogas a tu aire.
Esto de seguir cumpliendo años es una suerte, porque seguimos siendo jóvenes a los 60, a los 70, a los ... Que la edad se lleva en el alma y lo bueno es cumplir años y cuantos más, mejor. Evidentemente perdemos algunos sentidos, pero seguro que sumamos más que restamos.
En fin, amigos, en esta vida todo es del color del cristal con que se mira. Y como dejó escrito el gran poeta italiano, George Graf: "triste es el hombre en el que nada queda de niño".
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