Conclusiones simples y falsas
En el análisis de su ¨derrota¨ el Sr. Iglesias llega a la conclusión que parte de su electorado le abandonó por ¨miedo a lo nuevo¨. Parece mentira que un profesor universitario y de políticas llegue a conclusiones tan simples y falsas, a no ser que se acepte que ser profesor en la Facultad de Ciencias Políticas en la Complutense (hasta el gentilicio es falso, no es de Complútum, hoy Alcalá de Henares, sino de Madrid y por tanto madrileña) es sinónimo de desprestigio, como lo es haber sido ministro de Zapatero. Tan es así que las personas sensatas de este colectivo, que las hay, lo ocultan en sus currículos. Lo que le ocurre al Sr. Iglesias es que su electorado empieza a sentirse decepcionado por la falta de respeto que les muestra su líder cuando se enfunda el esmoquin para asistir a un acto de los titiriteros subvencionados mostrando respeto, mientras asiste a actos en representación de sus electores uniformado con camisa blanca arremangada y desabrochada. Seguramente estos electores se han percatado, aunque tarde, que el Sr. Iglesias les considera ¨de clase inferior a la suya¨ y ya expresó como los trata cuando los considera así:¨¨ a puñetazos¨¨. Si a esto añadimos los espejos situados a ambos lados del Atlántico—Venezuela y Grecia—el análisis está claro, el problema del fracaso de su éxito¨¨anunciado¨¨se debe a Podemos y sus ¨¨confluencias¨¨, Iglesias, Dª Manuela, La Sª Coláu, Dª Rita, Kichi y su pareja, etc.
Comparando la actitud de la asalta capillas Dª Rita Maestre amenazando con quemar a gente como en el 36, con la del Sr. Guerra, el político más respetuoso con la Iglesia de toda la democracia, que nunca olvidó nuestra ascendencia cristiana, aunque él no fuera creyente, que no se si lo es o no, la caída de Podemos esta explicada sin ser profesor de políticas.
Para tan poca burra no son necesarias muchas albardas.
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