Despelotes, así, tal cual
Que Manuela Carmena ponga en marcha el día sin traje de baño en las piscinas municipales madrileñas es casi lo lógico en una corporación que tiene como responsable del Área de Políticas de Bienestar, concejala y portavoz a una señora, Rita Maestre, que se mete en la capilla de la Complutense con las tetas al aire.
Seamos lógicos y dejémonos de prejuicios: quienes creen que irrumpir en "toples" en una capilla en plena celebración es simplemente libertad de expresión deben considerar de lo más normal bañarse en cueros en las piscinas públicas. No sé si también en el mismo lote entrarán las piscinas de los centros deportivos municipales, en cuyas aguas es obligatorio sumergirse usando gorro de baño. No dejaría de ser curioso ver a unos señores y unas señoras con la cabeza protegida para no llenar de pelos la piscina mientras remojan las pilosidades de sus partes bajas. Es lo malo que tiene andar sacudiendo las normas. Se empieza y no se acaba.
Animado por la iniciativa de la alcaldesa Carmena, el presidente de la Federación Española de Naturismo, nos ha regalado estas interesantes manifestaciones: "Lo que pretendemos con este día es transmitir nuestros valores occidentales, incluso de los cristianos, si me apuras. El cuerpo no tiene nada criminalizable y la mejor manera que hemos encontrado de trasmitirlo es ésta".
Señor presidente, personalmente, tengo mis dudas si ponerse en cueros es un valor occidental y cristiano. Lo que sí sé es que hay muchas actividades relacionadas con el cuerpo que se hacen en privado y no por eso están criminalizadas. Y partes del cuerpo que a muchas gentes no les apetece mostrar sin que ello quiera decir que las consideren un crimen.
Afirmar que quien no se pone en pelota picada criminaliza el cuerpo o es víctima de unos prejuicios absurdos que, desde el lado opuesto, declarar que quien se baña en cueros es, cuando menos, un exhibicionista. Además de un guarro.
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