La Nueva España » Cartas de los lectores » No se entiende la burla ante el dolor ajeno

No se entiende la burla ante el dolor ajeno

19 de Julio del 2016 - José Antonio Gutiérrez González (Piedras Blancas)

La muerte del diestro Víctor Barrio desencadenó un enorme caudal de odio y violencia desde las redes sociales para celebrar la tragedia de una familia. Por desgracia, no es un fenómeno nuevo, sino más cotidiano de lo que desearíamos.

Nos estamos refiriendo a una deformación o una tumoración de nuestro sistema que es preciso atajar cuanto antes. La realidad es que se incita al odio y a la violencia amparados en una libertad de expresión mal entendida y peor interpretada en algunas instancias judiciales. Muchísimos ciudadanos tienen la sensación de que hay demasiada manga ancha con lo que sucede en las redes sociales. Desaprensivos, locos o estúpidos descerrajan sus frustraciones y complejos contra personas indefensas que en ocasiones se sienten desprotegidos por el Estado de Derecho, y eso debe y tiene que cambiar.

Tanta bajeza moral tras la muerte de un ser humano denota muy baja catadura. Y hacerlo públicamente, riéndose del fallecido en las redes sociales y mostrando satisfacción resulta más que repugnante. Flaco favor hacen a los antitaurinos y a las personas de buena fe que defienden a los animales.

La tarde del domingo día 3, a la misma hora en que la playa estaba llena de gente que disfrutaba de la vida, el diestro Víctor Barrio moría corneado en una plaza de toros y Twitter y las redes sociales se llenaban de insultos contra el diestro y contra todos los aficionados a los toros. Una legión de malnacidos que hoy la toman con un torero y mañana con el que sea señalado con una cruz por sus adeptos. Cualquier animal es más noble que estos que dicen defenderlos.

Personalmente, no me gustan los toros ni tengo ningún interés en defender a los toreros, pero hay cosas que ponen los pelos de punta, y más si provienen de un maestro de escuela que debe enseñar a los niños a comportarse con un mínimo de civilidad. He leído reiteradamente lo que ese hombre escribió y es simplemente espeluznante: "Bailaremos sobre tu tumba y nos mearemos en las coronas de flores que te pongan. ¡Cabrón! Y esto, repito, lo escribe un profesor que a lo mejor debe dirigir los debates de Ética en su colegio o las clases de redacción. ¿Cómo se puede albergar tan mala entraña?

Si la mano que teclea en estos momentos, mi mano, no estuviera atada al límite de lo que se puede escribir y decir en voz alta, estas líneas serían impublicables. No puedo llamarles lo que me gustaría. Porque, ¿qué nombre puede recibir aquel que se alegra del trágico final de otra persona?

Puedes detestar la tauromaquia, puedes hasta considerarla una tradición retrógrada e inconcebible en la actualidad, puedes llegar a pensar que los valores de aquellos que dedican su vida a la lidia son detestables. Pero alegrarse de la muerte de un ser humano, sobrepasa la licitud de los argumentos de cualquier antitaurino que se precie.

Va siendo hora de que la policía y los jueces actúen contra la cruel impunidad de esos ultras desaprensivos que se escudan tras la pantalla de un móvil.

Cartas

Número de cartas: 45964

Número de cartas en Septiembre: 68

Tribunas

Número de tribunas: 2084

Número de tribunas en Septiembre: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador