La Nueva España » Cartas de los lectores » Teverga, la alegría de Blanca "la de Nena"

Teverga, la alegría de Blanca "la de Nena"

27 de Julio del 2016 - Celso Peyroux (Teverga)

Quisiera, querida Blanquina, escribirte los renglones más bellos y delicados con tinta rosa sobre papel azul y una margarita en la mitad del pliego, con sus estambres y pistilos tan amarillos como tu alegría. Sin embargo, mejor los leeré a tu lado con un abanico de recuerdos y nostalgias, mientras nos miramos y me esbozas tu sonrisa placentera. Porque decir Blanca “la de Nena” es tanto como escuchar una melodía de Fuxó a la gaita, un pasodoble de La Montserrat de Juanín Toral, un bolero de Jesús Margallo o un vals de las "Marimbas Punto Azul", con Pepín a la flauta, al violín o al noble instrumento que se le quisiera poner entre las manos.

El primer recuerdo que me viene a las mientes es aquel en que, vestida de una túnica tan blanca como tu nombre, hacías tu primera comunión en la colegiata, siendo arcipreste don Valentín Alba. Acudías a la escuela de doña Gloria Trapiello y yo a la de su esposo, don Arturo, mientras era Teverga, por aquel entonces, un hervidero de gente y Entrago una encrucijada de caminos, culturas y familias. Luego, yo al colegio de La Plaza, con tus sobrinos Manolete y Cuchi, Chemari el de la Campa, Chema el de La Parra, los hermanos Riaño, Gelín el del maestro, Justo, Turi, muchas chicas… y otros nombres que sin duda me quedan en el tintero.

Desde San José hasta el Rosario bailábamos como peonzas en la pista de Nieves, en la del Monblanc y, en el invierno, todos a Casa Nena con aquel pasodoble de "La Campanera" o las melodías más suaves que llegaban de Italia. Recogíamos aquellos cupones para ti que disponía LA NUEVA ESPAÑA para elegir a “Miss Asturias”, esto es, la moza más guapa de la región. Y tú, Blanquina, estabas entre ellas por tu donaire, sonrisa y alegría que desbordabas por todas partes.

Más tarde, este, tu amigo del alma, camino de Francia en busca de otros horizontes con lengua, costumbres y culturas diferentes, mientras tú llevabas a lomos de aquel caballo pinto el pan para San Martín con el cuidado de que a un descuido no te mordiera una barra de pan. ¡Qué cabronazo, cómo le gustaba la buena artesa de La Rápida!

Al regreso, la vida con sus vueltas nos fue llevando por sendas diferentes. Pero siempre hubo aquel cariño y el afecto de una amistad profunda con la guinda sobre un delicioso pastel que ponía tu madrina, Angelina la de Celso, el albañil, mujer buena y madre mía.

Todo un camino lleno de anécdotas, travesuras y gratos recuerdos. Tu viaje a Filipinas de mujer adelantada a los tiempos que corrían, los baños en el “vanzáu”, las romerías y verbenas que nos llevábamos de calle: Santa Ana, Santa Marta, Nuestra Señora en Campiello, el Cébrano, el Cristo y los Remedios en Proaza…, con aquel pasodoble de "La Luna de Mieres" bailando desde la portería de arriba a la de abajo en La Pumariega, mientras la gente nos hacía un pasillo. Quizás a veces criticados, pero felices y siempre orgullosos con nuestra frase: “Si dicen, que dizan, mientras nun hazan”. No hubo (doy fe) en todo el concejo un par de jóvenes tan alegres y diferentes como lo fuimos tú y yo. Antes, como ahora y como siempre, “si la envidia fuera tiña…”, y así, muchos se la tuvieron que comer con cerezas de Cansinos o los nisos de Redral.

A la vuelta de la esquina tenemos las fiestas de La Magdalena, nuestro encuentro de los vecinos de Entrago y de todos los valles. Fueron y seguirán siendo las mejores, y de ellas guardamos gratos recuerdos. Pues eso, que vestida de gala del brazo de José y del mío iremos los tres a la "verbena de la llorona" (porque siempre nos llovía) y bailaremos a trío un vals o lo que salga. Y si no bailamos, nos sentamos y miramos cómo la gente es feliz mientras tú esbozarás tu hermosa sonrisa y nos dirás: “Qué tiempos aquellos”. Sí, “…nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos…”, y tampoco la gente de ahora, pero seguiremos siendo la “canacha” y siempre estaremos a tu lado y alrededor de la gente buena que ríe a la vida y sólo desea ser feliz haciendo dichosos a los demás.

Cartas

Número de cartas: 45964

Número de cartas en Septiembre: 68

Tribunas

Número de tribunas: 2084

Número de tribunas en Septiembre: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador