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¿Es un peligro el Islam?

31 de Julio del 2016 - Juan Goti Ordeñana

No hay duda de que el Islam está amenazando la cultura cristiana. Pero, ¿en realidad es un peligro para Occidente? Sí. Pero no por la actividad terrorista que llevan a cabo, eso con la fuerza de Europa y algún tiempo se superará, y probablemente se están equivocando los islamistas, pues esa lucha les puede llevar a retrasar la conquista del mundo occidental.

Si Europa supiera ver el fondo del problema, les sería mucho más difícil llegar a dominarla, pero esta sociedad ha renunciado a su esencia, esto es, a los valores que la han constituido y construido, y por eso se encuentra como una veleta, moviéndose según los vientos más desenfrenados y destructivos que soplan.

Los musulmanes van a conseguir la conquista de Occidente, no por los valores que aportan, que no son comparables a los Derechos Humanos reconocidos, sino porque el Cristianismo de Occidente se está agotando. Las ideologías laicistas que están triunfando, y que desconocen lo que es un estado laico, están basando su actuación en ideas absurdas y contrarias al ser de la persona, como el aborto y la destrucción de la familia, que llevan a la desorientación interna de la persona, hasta el punto de que ya no va a saber quién es, ni qué es.

Observados los hechos, no resulta nada insólita la conquista que está llevando a cabo el Islam, y no por la labor de expansión que realiza, que ciertamente es grande, sino por la actitud que está tomando la cultura europea, que ha dejado sus valores esenciales y está deduciendo de unos principios cristianos como son la fraternidad, igualdad y libertad –pues fue Jesús de Nazaret quien dijo que todos somos hermanos por ser hijos de Dios, y, por ello, iguales, y que además nos hizo libres, aunque es verdad que estos principios, muy repetidos en la predicación de la Iglesia, fueron aplicados a la política por unos antirreligiosos que supieron, no obstante, sintetizar la doctrina esencial del cristianismo– unas conclusiones tan absurdas como la destrucción de la familia y la negación de los Derechos Humanos.

Subtítulo: La renuncia de Occidente a sus valores

Destacado: Si Occidente sigue por el camino de las ideologías que están triunfando, él mismo se destruirá

Recuerdo una reflexión de Mafalda, ante un globo terráqueo con una cinta enunciando los Derechos Humanos, que exclama: «Que no os pase como a los Diez Mandamientos». Y por lo que vemos, según los nuevos movimientos, parece que llevan idéntico camino.

En cuanto a la familia, mientras las legislaciones europeas tienden a deshacerla, los musulmanes tratan de defenderla y conservarla como la pieza esencial de su existencia, mientras en la familia europea se ha roto el valor que dio la Iglesia al matrimonio, diciendo que se trata de una sociedad laica, se ha perdido la idea del padre como el director de la familia y se le ha privado de toda autoridad. Por el contrario, en la familia musulmana lo religioso es el elemento nuclear más importante y el padre es el verdadero jefe religioso. Las mezquitas son lugares de oración y predicación religiosa, pero el jefe de la religión islámica es el padre de familia: él es quien la guarda unida y dirige y preside todos los ritos que se celebran. Él reúne a la familia, preside los actos religiosos, que no se hacen en la mezquita, sino en la familia, y se realizan bajo su dirección, y es también quien determina la formación religiosa que se da en la familia.

En cuanto a los derechos, en realidad los musulmanes no comprenden el concepto de derecho que tenemos en Europa, ni la idea de democracia les dice nada. Para ellos lo que rige es la ley de la Sharia, esto es, el cuerpo de derecho islámico: un código detallado de conducta en el que se incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. Es decir, todas las normas de conducta y comportamiento en la sociedad. No se atienen a la ley de la nación europea donde residen más que en aquellos aspectos como la ley laboral, porque la empresa donde trabajan los exige, pero en la vida de sociedad tienen un cuasi califato con sus propias leyes, sus propias escuelas y madrazas y sus propios líderes. A pesar de tantos años en los que conviven con la sociedad europea, en ninguno de los países se han acomodado ni acercado a la forma de vida de Europa. Lo que es indicativo de que expresamente no quieren la relación con la cultura europea. Y están convencidos de que mientras disminuye la natalidad en este continente, ellos la aumentan, por lo que serán en no mucho tiempo mayoría, y entonces veremos quién es el que va a dirigir la política de los estados.

¿Cuál es el futuro de Europa? Para un observador imparcial es fácil deducir cuál es ese porvenir. Los musulmanes que han llegado a Europa mantienen íntegramente las características del grupo de donde proceden, pues hay gran variedad de pueblos y costumbres entre ellos, pero todos guardan la idea fundamental que les da su religión de proteger y defender el sentido de la familia, y mientras guarden esta idea, no tienen más que esperar el triunfo final para conquistar Europa. Las luchas y acciones terroristas les perjudican. Solamente tienen que parapetarse, y lo hacen, contra las ideologías que se han introducido en Occidente destructoras de su esencia.

Si Occidente sigue por el camino de las ideologías que están triunfando, él mismo se destruirá. Los musulmanes no tienen nada más que hacer, sólo observar que caiga la fruta madura.

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