Mireia se hace de oro
Mireia Belmonte llegó a Río de Janeiro cargada de sueños y se irá convertida en leyenda viva, después de proclamarse olímpica en la final de los 200 mariposa. La actuación que está teniendo en Río la sitúa en una nueva dimensión, que sólo ocupan, puede decirse, Nadal, Gasol, Márquez, Alonso y Contador, los más grandes actualmente en nuestro país.
La formidable actuación que ha tenido en la final de 200 metros mariposa significa para la deportista española el paso por la puerta grande a la gloria olímpica. Su medalla de oro en los JJ OO de Río, sumada a la de bronce, más las dos de plata de Londres-2012, ocuparán un lugar destacado en su inacabado palmarés. Pero significan algo más.
La última hazaña de Mireia constituye también un ejemplo de valores que, cuando se unen al talento, desembocan en la excelencia. Uno de ellos es el afán de superación que ha demostrado. Afectada por unas dolorosas inflamaciones en los hombros, Mireia tuvo que desistir de los Mundiales del año pasado. Su sueño olímpico parecía desvanecerse. De la mano de un brillante entrenador, emprendió un durísimo camino de preparación en el que ha aplicado una extraordinaria fuerza, física y mental, para superar la lesión, competir al máximo nivel y subir al podio brasileño.
Puede decirse que su triunfo es el de todos los compatriotas. Su alegría, ganada con esfuerzo y tesón, es la de todos los españoles. Esta grandísima deportista ha dado un nuevo y enorme motivo de orgullo a toda la sociedad española cuando, tras el bronce conseguido en la prueba de los 400 estilos, logró la medalla de oro en 200 mariposa. Y la mejor nadadora de la historia de España aún no ha terminado de competir en los Juegos de Río de Janeiro.
Lejos, pues, queda el lamento que en su día lanzó la propia Mireia Belmonte: "Importa más el pelo de Sergio Ramos que mi récord del mundo. En España todo es fútbol".
Al menos hoy, eso ya no es del todo verdad.
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